Maximiliano Soto Esquer, capitán de Borregos Salvajes del Instituto Tecnológico de Monterrey cumplió la tarde del sábado con un viejo sueño, el poder jugar en su tierra natal enfundado en el uniforme azul y blanco.
Fue hace muchos años cuando recibió la invitación de Borregos de ingresar a sus filas y lo hizo sin dudarlo ya que su hermano mayor (Mario) ya jugaba para la escuadra regia.
Uno de sus primeros sueños cumplidos fue compartir emparrillado con su hermano, luego su calidad, esfuerzo y dedicación le dieron varios llamados a la selección mexicana y ser capitán de sus compañeros de equipo.
Cuando se dio a conocer el rol de juegos y se enteró que visitarían a Zorros, Max simplemente comenzó a contar los días.
Inició la temporada 2018 de la Conadeip y en el tercer encuentro Borregos viajó a tierras cachanillas lo que significó cumplir con ese sueño.
"Ya estoy en mi último año y desde que super que iba a jugar aquí fue especial, jugué ante mi familia, contra mis amigos de toda la vida, fue un muy buen juego", comentó.
Max se convirtió en uno de los jugadores más saludados y abrazados al final del encuentro y no era para menos, familiares y amigos se dieron cita para apoyarlo.
"El futbol americano es lo mejor que me ha pasado, es un deporte muy bonito, me ha dado una carrera universitaria y en este momento me encuentro cumpliendo con mi último año como jugador, cerrando este ciclo de la mejor manera", señaló.
Con cerca de 18 años jugando al futbol americano, Max Soto Esquer está cerca de concluir con esta etapa de su vida, pero invita a todos los pequeños que están conociendo este deporte a jugarlo y divertirse.
"A todos los niños y jóvenes que están jugando futbol americano, los invito a que le sigan echando ganas, que lo hagan con pasión, disciplina, este deporte te forja el carácter y te ayuda en todas las etapas de tu vida", finalizó.