Un día diferente se vivió en Mazatlán, el 30 de noviembre de 2018 será recordado por siempre por los amantes del beisbol, ya que se quedaron sin mirar el encuentro entre sus Venados de Mazatlán ante Las Águilas de Mexicali.
Desde las 18:00 horas de ayer la taquilla del Estadio “Teodoro Mariscal” se encontraba con personas que buscaban acceso al recinto de pelota de este puerto y alistándose en su filas para entrar por la puerta principal.
Pero desde el pasillo se sentía un ambiente diferente, uno de incertidumbre, morbo y hasta susto, por lo que algunos aficionados murmuraban. ¿Qué pasara?, ¿habrá partido?
Sin previo aviso, a las 19:00 horas exactamente las puertas se cerraron de manera oficial para todo el público en general, un fuerte rumor aterrorizaba a la afición mazatleca, pues se quedarían sin mirar a sus Venados.
Minutos más tarde la directiva roja por medio de su gente de prensa informó tras un comunicado sobre la suspensión del partido y una conferencia ante los medios de comunicación, para aclarar toda la problemática.
Por su parte, a las afueras del renovado “Teodoro Mariscal”, la afición movía las rejas para intentar entrar al Estadio, con gritos de “no se vale”, “el problema no es nuestro, sino de ustedes”, se manifestaba toda la gente ante los dirigentes.
José Antonio Toledo Ortiz, presidente del Consejo de Administración de Venados, leyó todo el comunicado de prensa, donde expresó que por causas ajenas no se pudo ingresar al público al recinto de pelota debido a que JUMPAMA no ha reconectado el servicio de agua potable.
En dado caso de que hoy no se reestablezca el suministro, se jugará a puerta cerrada este sábado y domingo.
Será el lunes que la directiva porteña presente una demanda a quien corresponda, por no acatar la orden federal.