Tal vez has escuchado la frase “febrero loco y marzo otro poco”, una frase muy concurrida en estas fechas que hacen alusión a los cambios bruscos en el ambiente climático en los estados del norte, como lo es Baja California, Sonora, Chihuahua, Durango, así como en otras regiones del país.
Febrero se caracteriza por ser un mes en formar parte de una transición del invierno a la primavera, debido a esto en ocasiones se registran condiciones climáticas muy variadas; un día puede hacer mucho viento, otro llover o estar totalmente en calma.
Diversos sistemas meteorológicos señalan que esta transición brusca puede suceder en cuestión de horas, de estar caluroso a un frío extremo.
Condiciones similares se pueden llegar a presentar en marzo, pero con mayor notoriedad, esto debido a que por un lado los frentes fríos comienzan a encontrarse con aire muy caliente, provocando un choque térmico marcado.
En marzo, los sistemas frontales y sus masas de aire frío disminuyen y gradualmente el aire cálido comienza a dominar.
El aire frío, en ocasiones, puede quedar estacionado varios días sobre una región, para después dar paso a un periodo extenso de ambiente más cálido, proceso que se repite semana tras semana.
Lo que hace pensar que la atmósfera se vuelve loca, sin un patrón definido, es la diferencia de temperatura tan marcada en un lapso de corto tiempo, así como los vientos que pueden llegar a presentarse debido al cambio de estación.