Debido a la sequía más fuerte en los últimos 100 años que han provocado la disminución en los niveles del Lago Mead, en este 2021 a México tuvo que aplicar un “ahorro” por 51 millones de metros cúbicos (mm3) de agua que recibe por el Río Colorado, al que se le podrían sumar un recorte de 62 mm3 para el 2022.
Es decir, si los niveles de agua siguen bajos, para el 2022 a México se le podría recortar 113 mm3 de agua proveniente de la cuota anual del Río Colorado, equivalente a lo que utiliza la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Mexicali (CESPM) en un año, más 10 mm3, o bien, similar a 10 mil hectáreas de riego.
Por la emergencia por sequía, el gobernador de California, Gavin Newsom, ha solicitado a los pobladores del Sur de ese Estado, que de manera voluntaria, disminuyan su consumo de agua en un 15 %, mientras que en Baja California no se han tomado medidas sobre el asunto, a pesar que el 95 % del agua de la Zona Costa del estado, proviene del Río Colorado.
El investigador del Colegio de la Frontera Norte, Alfonso Cortez Lara, comentó que en el acta 319 que data del año 2012, se establecen “reducciones obligatorias” derivadas cuando hubieran elevaciones bajas en la Presa Hoover, donde se establecieron reducciones de cada uno de los usuarios de la cuenca, tal y como es México.
Los usuarios del Río Colorado son: México, que reparte el agua entre Baja California y San Luis Río Colorado, Sonora, California, Arizona, Nevada, Nuevo México, Utah, Wyoming y Colorado, y el agua se genera en las montañas Rocallosas y recorre 2 mil kilómetros hasta la Presa Morelos o su desembocadura en el Golfo de California.
Posteriormente, en el acta 323, firmada en septiembre del 2017, fortalece el punto de las reducciones, y se establece un punto adicional que es el Plan Binacional de Contingencia.
“En términos reales significa tener menos agua, porque reducciones obligatorias cuando el nivel de la Presa Hoover esté a partir de 1 mil 075 pies sobre el nivel del mar (psnm) para abajo, esa es la línea crítica”.
Pero también se establece un nivel superior, que es de 1 mil 200 psnm, es decir, cuando hay excedentes, el asunto es cuándo volverá a estar en altas, por lo que difícilmente se podrá volver a ver esta situación.
“Son los 100 años más secos de los últimos mil, y son los 10 últimos años más secos de los últimos 10, es decir, va para largo, es una tendencia a la baja notoria, diferentes estudios muestran todo eso, por eso nos vamos a estar apegado a todo lo que tiene que ver con las reducciones”.
Se supone que estas medidas son para enfrentar los impactos que tiene el cambio climático en la cuenca del Río Colorado, dijo, en la que se muestra una tendencia a la baja en los niveles de agua desde el año 1999, situación que se hace crítica en 2008 cuando se incrementa la demanda del vital líquido, y alcanza la de oferta.
A final de cuentas las medidas son necesarias por la situación, aunque no fueron socializadas y muchos no estuvieron de acuerdo, solo se anunciaron y firmaron de manera “fast track”, expuso.
LOS RECORTES
Cortez Lara expuso que son dos actas las que tienen que ver con esto, que están articuladas, la 319 y la 323, en que se determinan los recortes en el mes de agosto de cada año, se reúnen las contrapartes, la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), el Comité de Reclamaciones de Estados Unidos y la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Es decir, a finales de agosto proyectan a través de un estudio de 24 meses, que es un modelo matemático que contiene información hidroclimática, hidrológica, climática, y proyectan hacia el 1 de enero del 2022, el nivel de agua de la Presa Hoover, que contiene al Lago Mead.
Cortez Lara explicó que si en esa reunión se determina que el nivel del agua estará en, o por debajo de 1 mil 075 psnm, se detona el primer de reducciones para todos los usuarios, y para México serían 62 mm3 para el 2022, esto según el Plan Binacional de Contingencia.
Hoy en día, el nivel del Lago Mead se encuentra en 1 mil 071 psnm, es decir, 4 pies por debajo de los 1 mil 075 psnm con el que se activa la reducción obligatoria.
Recordó que el mismo citado plan establece que si el nivel de agua del mismo citado punto, se encuentra en 1 mil 90 psnm hacia abajo, se detona el primer nivel de “ahorros” para todos los usuarios, que en el caso de México son 51 mm3, que ya se aplicó en 2021.
Es decir, la cuota anual que recibe México por el Río Colorado, es de 1 mil 850 mm3 de agua, que por el primer “ahorro”, este año solo se recibirán 1 mil 799 mm3 de agua.
Si se determina que para el 2022 se aplique una “reducción obligatoria” de 62 mm3 de agua, entonces en ese año México solo recibiría 1 mil 737 mm3, de los 1 mil 850 mm3 que sería su cuota anual, por lo que el recorte sería de 113 mm3.
Sin embargo, el primer “ahorro” de 51 mm3 no es de carácter obligatorio sino voluntario, por lo que se puede negar a realizar este ahorro, mientras que el recorte de 62 mm3 sí es de carácter obligatorio.
RECOMENDACIONES
Cortez Lara comentó que se tienen que aplicar políticas públicas para promover la reducción de consumo de agua a la gente y agricultores por medio de incentivos institucionales o apoyos directos, así como regulatorios, es decir, que se aplique la ley y tarifarios, como se cobra.
Tan solo en Mexicali se consumen 240 litros por habitante por día, mientras que en Tijuana se consume 163 litros por habitante por día, pero el estándar internacional es de 100 litros por habitante por día, por lo que existe una tarea pendiente y mucho qué hacer en la reducción de consumo.
En el campo hay una ventana de oportunidad, observó, aunque consume volúmenes grandes de agua, es porque se producen alimentos, por lo tanto no se pueden aumentar eficiencias en 20% ni del 30 %, pero un 1 % o 2 % de eficiencia sí es posible lograrlo, ya que representan volúmenes tan importantes como todo el consumo de Tijuana en 1 año.
También existe un área de oportunidad en Tijuana, que el 95 % del agua que consume, proviene del Río Colorado, ya que solo reutiliza el 7 % de su agua residual tratada, mientras que Mexicali reutiliza el 75 %, por la planta de Las Arenitas.
Pero Ensenada solo utiliza menos del 2 % del agua residual que trata.
La red de distribución de agua potable en las ciudades de Baja California, presenta fugas de entre el 20 % y el 30 %, por lo que hay que arreglar esas fugas, así como el acueducto.
CONCLUSIÓN
Cortés Lara señaló que Israel reutilizó su agua, antes de invertir en plantas desaladoras, que utilizan una tecnología muy cara, y son altamente contaminantes.
Hay manera de enfrentar las posibles reducciones que se avecinan y hay manera de hacerlo con el agua que se encuentra disponible, es decir, no se requiere de buscar nuevas fuentes, se requiere aumentar la eficiencia en el campo, en los organismos operadores, así como en los hogares.
