/ miércoles 11 de abril de 2018

Afectados por el descarrilamiento piden reubicación

Por lo menos seis familias se quedaron sin hogar y duermen a la intemperie

De la vivienda que habitó por más de 25 años Yesica Sánchez junto a su familia en la colonia Hidalgo de Ciudad Guadalupe Victoria quedó únicamente el suelo ya que el pasado sábado apenas tuvo tiempo de sacar sus pertenencias antes de que personal de Ferromex derribara la pequeña vivienda hecha de madera, como parte de las labores que realizan a raíz del descarrilamiento del tren.

El reciente fin de semana, el tren carguero se salió de las vías y cayó encima de dos viviendas cuyos habitantes en ese momento se encontraban fuera

Aunque el incidente afectó totalmente solo dos hogares, personal de Ferromex informó al resto de los habitantes que sería necesario demoler otras viviendas para poder retirar los vagones.

Laura Madrigal González, residente de la zona, permanece a la expectativa de que la casa que habita junto a sus cinco hijos y esposo sea demolida.

Un caso que conmovió a los residentes fue el de un adulto mayor de 80 años cuya vivienda no fue dañada por el tren, sin embargo salió a trabajar y cuando volvió su casa ya había sido demolida por maquinaria de Ferromex.

“El delegado de Guadalupe Victoria nos dice que no puede hacer nada, que somos responsables de estar donde estamos y que mejor compremos un lote; queremos reubicarnos, nos da mucho miedo estar aquí, el apoyo que solicitamos es que nos den facilidades de pago, no tenemos para dar enganche de una casa o un lote”.

Ahí las familias viven del campo donde se les paga 3 pesos con 90 centavos por cada docena de cebollín empacada.

Nunca notificados

Doña María Ramos ha vivido a un costado del paso del tren por más de 50 años y nunca en ese tiempo le han notificado oficialmente que habita en una zona federal.

“Tenemos toda una vida aquí, mis papás aquí vivieron ahora yo y mis hijos que ya tienen familia, nunca habíamos vivido algo así, ver el tren encima de las casas fue una pesadilla”.

Kevin es otro de los afectados, tiene ocho años y dice estar preocupado porque su casa sea demolida.

“Estaba en mi casa, cuando escucho el tren siempre salgo pero lo vi tambaleando y corrí para una parcela, vi cómo se cayó el primer vagón y me asusté mucho; a mi casa no le pasó nada pero dicen que la van a tirar, no sé a dónde nos vamos a ir”.

Ayer personal del DIF Municipal acudió a la zona repartió entre los afectados algunos camastros y despensas.

De la vivienda que habitó por más de 25 años Yesica Sánchez junto a su familia en la colonia Hidalgo de Ciudad Guadalupe Victoria quedó únicamente el suelo ya que el pasado sábado apenas tuvo tiempo de sacar sus pertenencias antes de que personal de Ferromex derribara la pequeña vivienda hecha de madera, como parte de las labores que realizan a raíz del descarrilamiento del tren.

El reciente fin de semana, el tren carguero se salió de las vías y cayó encima de dos viviendas cuyos habitantes en ese momento se encontraban fuera

Aunque el incidente afectó totalmente solo dos hogares, personal de Ferromex informó al resto de los habitantes que sería necesario demoler otras viviendas para poder retirar los vagones.

Laura Madrigal González, residente de la zona, permanece a la expectativa de que la casa que habita junto a sus cinco hijos y esposo sea demolida.

Un caso que conmovió a los residentes fue el de un adulto mayor de 80 años cuya vivienda no fue dañada por el tren, sin embargo salió a trabajar y cuando volvió su casa ya había sido demolida por maquinaria de Ferromex.

“El delegado de Guadalupe Victoria nos dice que no puede hacer nada, que somos responsables de estar donde estamos y que mejor compremos un lote; queremos reubicarnos, nos da mucho miedo estar aquí, el apoyo que solicitamos es que nos den facilidades de pago, no tenemos para dar enganche de una casa o un lote”.

Ahí las familias viven del campo donde se les paga 3 pesos con 90 centavos por cada docena de cebollín empacada.

Nunca notificados

Doña María Ramos ha vivido a un costado del paso del tren por más de 50 años y nunca en ese tiempo le han notificado oficialmente que habita en una zona federal.

“Tenemos toda una vida aquí, mis papás aquí vivieron ahora yo y mis hijos que ya tienen familia, nunca habíamos vivido algo así, ver el tren encima de las casas fue una pesadilla”.

Kevin es otro de los afectados, tiene ocho años y dice estar preocupado porque su casa sea demolida.

“Estaba en mi casa, cuando escucho el tren siempre salgo pero lo vi tambaleando y corrí para una parcela, vi cómo se cayó el primer vagón y me asusté mucho; a mi casa no le pasó nada pero dicen que la van a tirar, no sé a dónde nos vamos a ir”.

Ayer personal del DIF Municipal acudió a la zona repartió entre los afectados algunos camastros y despensas.

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