Una cerca electrificada debe manejar una corriente directa que sea regulada por un energizador, el cual permite controlar entre 10 mil y 12 mil voltios, pero no generará un daño permanente. El mes pasado murió un niño al tocar una cerca electrificada que estaba a ras del suelo en un depósito vehicular del fraccionamiento Villas de Alarcón, concesionado por el Gobierno federal a un particular.
Carlos Guzmán Riso, supervisor del área de servicio técnico de la empresa de seguridad privada Alarmex, precisó ayer que las cercas electrificadas no operan con la corriente de un domicilio normal en la que se utilizan 110 voltios a 60 hertz por segundo.
A las cercas electrificadas se les regula el voltaje, disminuyendo la frecuencia un hertz por segundo gracias a un aparato llamado energizador. Este aparato maneja una carga entre los 10 mil y 12 mil voltios, sin embargo esto no representa un riesgo para las personas incluso cuando la cerca roza con las plantas o con animales, como podrían ser los gatos. En el caso de que una cerca pudiera ocasionar la muerte de una persona, el experto en el tema opinó que eso se podría dar cuando no hay un energizador de por medio y recibe la descarga directa de la corriente.
“El cuerpo humano necesita .3 de un segundo para poderse soltar y este aparato es a un segundo, es decir la persona tiene tres oportunidades de soltarse con el energizador”. Reconoció que por accidente, él mismo ha recibido una descarga eléctrica, pero gracias al energizador no pasó a mayores.
Como parte de las recomendaciones para evitar una incidencia de este tipo, al menos a 20 metros se debe observar un letrero que advierta de la cerca, además debe contarse con una barda de 2 metros para instalarla encima. Por su parte, la gerente de la sucursal, Eulice Mendívil, puntualizó que al instalar sus sistemas de seguridad toman en cuenta una serie de regulaciones en la materia, destacándose la NOM-029-STPS y la NOM 001.