El recuerdo de su padre siempre está presente, José Luis López Vega desde los diez años de edad aprendió a reparar calzado en el negocio de su papá, actualmente utiliza aquellas máquinas que eran de su progenitor, como una lockesticher, codo y un motor con lija.
López Vega tiene sesenta años dedicándose a reparar calzado, desde el zapato de piel hasta el de tela, no hay limitante, cuando tenía diez años le ayudaba a su padre al salir de clases, un oficio que aprendió y jamás olvidó.
“Cuando crecí y decidí formar una familia, en una escuela técnica aprendí torno, trabaje en un empresa pero era muy poco lo que ganaba, cuando salía del trabajo iba al negocio de mi padre a ayudarle, para tener un ingreso extra” explicó.
Su padre tenía su negocio por la colonia Pueblo Nuevo, un día le comentó que rentaría el negocio en caso de que López Vega no lo quisiera, él al obtener muy pocos ingresos, decide renunciar a su trabajo y dedicarse al oficio de su papá.
Con el paso del tiempo se cambió hacia el fraccionamiento San Marcos por calle Del Granizo 803, sus precios van desde los cien pesos hasta los 700 pesos.