La enfermedad inició como un simple juego, empezó por apostar 50 pesos, sin embargo, Damián “L”, al perder a su esposa, encontró refugio en los casinos para aliviar su soledad y eso casi lo hizo perder el control, su dinero y hasta su salud mental.
Describió que las pérdidas económicas van más allá de sus ingresos propios, desde su punto de vista financiero, se deteriora la salud física y mental, se pierden las relaciones con sus más cercanos, se pierden amistades, trabajo y se vuelven suicidas.
Al principio iba acompañado con su esposa para divertirse, no pasaba nada; al fallecer ella, siguió yendo solo para llenar su vacío.
Todo empezó como un simple juego, como una diversión, primero te gastas 50 o 100 pesos, ganas, regresas al casino y de repente empiezas a apostar más y más dinero, subes la dosis para tener la misma sensación, se vuelve incontrolable.
Llega el momento en el que le picas a la máquina apostando de a 100 pesos, como si fuera un peso.
De repente pides prestado, empiezas a echar mentiras, usas tarjetas de crédito, con un interés del 100%, las deudas se vuelven impagables, pierdes todo y al percatarte que no puedes recuperarte llega la desesperación, se acaban los amigos a los que les pedías prestado y no les pagabas, por lo que pierden la confianza en tí.
Llegan la depresión y las tendencias suicidas ya que no te puedes recuperar.
O te arreglas, o vives un infierno, o te vuelves loco, aseveró.
La ludopatía es la misma película con el mismo guión, pero con diferentes actores y escenarios, puede ser Las Vegas o en cualquier casino de la ciudad.
