En un escenario en donde se atiende a un balaceado o herido con arma blanca lo primero que un paramédico, rescatista o enfermero debe hacer es cuidar su integridad, buscando armas ocultas en el paciente para no ser una víctima más, aseguró el instructor del curso Lesiones por Proyectil por Arma de Fuego.
Este sábado, 21 participantes asistieron a las instalaciones del Centro de Capacitación y Adiestramiento Policial (Cecap), donde Alejandro Gastélum abordó 40% teoría y 60% práctica en vías de reanimación, terminologías y técnicas.
“Algo que les enseñó mucho a los paramédicos es la seguridad en la situación, porque el herido, al faltarle oxigenación, puede tornarse agresivo y si trae un arma corren riesgo de que la utilice por accidente”, apuntó.
SIN ASUMIR
El instructor con tres años de experiencia a cargo del organismo denominado Reanimación y Trauma México, con sede en Hermosillo, Sonora, expuso que la nueva Ley de Primer Respondiente les pide en algunos casos comparecer ante autoridades para informar sobre heridas ocasionadas presuntamente en actividades ilícitas.
“Por ello se les enseña a los asistentes al curso cómo hacer reportes médicos, y evitar un mal diagnóstico y comentarios fuera de contexto”, ejemplifica, “cómo decir ´herida de proyectil de tal o cual calibre´, porque no somos expertos en armas, sólo en atención médica”.
Aceptó que en la actualidad son necesarios estos cursos, pues únicamente en la capital sonorense se registran a diario de 5 a 6 heridos.
Esta será la novena generación que se certifica en las guías internacionales y avaladas por el Colegio Americano de Cirujanos y el Comité de Atención Médica en Operaciones Tácticas de Estados Unidos.