Resulta vital el rescate de las personas que son víctimas de la trata de personas, sin embargo igual de importante es que los proxenetas sean castigados, considera el director del Centro Binacional de Derechos Humanos, el antropólogo Víctor Clark Alfaro. Explica que las sentencias en contra de los tratantes son menores.
De acuerdo con el experto, es sabido que en Tijuana hay turismo sexual y que está focalizado fundamentalmente en la zona Norte de la ciudad.
Dijo que aun cuando las autoridades estatales aseguran que persiguen y sancionan la trata de personas con fines sexuales, Tijuana se mantiene como un lugar de destino y tránsito para el comercio humano.
Dicho intercambio comercial incluye niños y mujeres que llegan a Tijuana; muchas de ellas son traídas a la prostitución, detalla. Aunque aclara que los menores de edad no están propiamente en las esquinas.
Expuso que hay adolescentes debido a que hay una red muy consolidada de proxenetas que vienen de lugares como Puebla y Tlaxcala y traen adolescentes y jóvenes de 18 y 19 años. Apuntó que uno de los problemas es que la acción del Estado ha sido deficiente “porque una cosa es rescatar a niños, adolescentes y mujeres del trabajo sexual, pero se deja la otra parte descuidada, que es el castigo a los proxenetas”.
Mencionó que la falta de castigo es un estímulo para los tratantes de personas, quienes saben de esta estadística de impunidad y además tienen a su servicio a costosos abogados.
Apuntó que es digno de alabar el trabajo de las organizaciones de la sociedad civil, pero que eso no soluciona el problema y no tiene ningún impacto contra toda la red de trata de personas y si los proxenetas pierden a un menor, van por otro.
Destacó que sólo los casos de donde hay mucha presión social son atendidos por las autoridades.
La prostitución, señala, tiene toda una regulación, que por cierto muy poco tiene que ver con la salud de ellas, sino que a las autoridades les interesa garantizar la salud de los clientes y “que no vayan a contagiarse de algo, eso es lo que realmente está detrás de las revisiones médicas y que también es una fuente de ingreso para el Ayuntamiento porque no les regresan nada de lo que ellas pagan por su carnet o tarjeta de revisión. Una revisión vaginal con un cotonete para ver si tienen enfermedades de transmisión sexual, pero no les dan una atención integral a su salud”.