Continúa en marcha la investigación en torno a las lesiones de garganta que sufrió una mujer de 40 años luego de ingerir una bebida comercial aparentemente contaminada con cloro.
A cargo del caso están la Dirección Estatal de Protección contra Riesgos Sanitarios y la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) donde se determinará el tipo de sustancia que contenía la bebida para causarle tal daño a la persona que la ingirió.
Ismael Ávila Iñiguez, subdirector de los Servicios de Salud en el Estado, dijo que aunque la afectada fue reportada fuera de peligro en el Instituto Mexicano del Seguro Social, debe practicársele una endoscopía para evaluar las lesiones que presenta.
La bebida la adquirió en una tienda de conveniencia ubicada en el fraccionamiento San Miguel y en cuanto dio el primer sorbo directamente de la botella sintió un malestar tipo quemadura.
Aunque el caso hace recordar otros similares registrados en el 2017 y 2018 cuando se encontró metanfetamina líquida en envases de refresco, para Ávila Iñiguez éste es totalmente distinto.
Lo único que menciona tanto la persona que ingirió la bebida como los médicos que la están tratando es que tenía un fuerte olor a cloro, no somos investigadores, pero esto es diferente, la Procuraduría será la que investigue para ver de dónde surgió.
Tras darse a conocer este caso, la Dirección Estatal de Protección contra Riesgos Sanitarios ordenó retirar el lote completo de esas bebidas en la tienda donde se adquirió la botella contaminada para analizar cada una.
Aunque al cierre de esta edición no se había decretado una alerta por el consumo de este producto, la Secretaría de Salud pidió a la población confirmar la apariencia, olor y sabor de la bebida en caso de adquirirla.
Al ser un ácido, el cloro, si es ingerido, puede destruir tejidos e incluso el esófago por completo, aunque eso dependerá de la profundidad de la quemadura que sufra el paciente.