Aunque ha ido desapareciendo en Baja California el problema de la proliferación del piojo sigue vigente sobre todo en colonias populares y en las zonas rurales por las condiciones del clima y la existencia de vectores que la provocan y en caso extremo pueden generar la pediculosis.
Ésta es el punto extremo en que causa leves daños físicos en la piel debido a la picazón y la rascadera y puede generar infecciones, explicó el doctor Efrén Macías y que a pesar de ello nuestro Estado era de los que menos incidencia tenían en el país de afectación de esta plaga de insectos.
“No obstante sigue siendo algo común que en las escuelas se detecten algunos casos, principalmente en la periferia de las ciudades y poblados donde puede haber afluentes de agua o aguas encharcadas que producen diversa clase de insectos y en donde al parecer el sector educativo está al tanto de ello y se capacita a los maestros…”.
Por lo general se detectan en los planteles de preescolar y en primaria, ya que en secundaria los pre y los adolescentes se preocupan más por su aseo personal y en los más pequeños tienen que estar más al cuidado de papá o mamá y hasta obligarlos a asearse y si detectan el parásito pues se dedican a eliminarlo manualmente.
Lo mismo pasa con las liendres y pulgas que son parientes del piojo aunque este último insecto puede ser más peligroso que el piojo ya que puede convertirse en vector hasta de la rickettsia si llega a tener contacto con el vector ya que por igual son parásitos del perro.
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Indicó que aunque no es muy común, la pediculosis como enfermedad, los médicos llegan a atender algunos casos, pero son casos agravados por el descuido familiar en que llegan con infecciones en la piel a las cuales se les da el tratamiento y es un protozoario que puede generar hinchazón y fiebre en algunas partes del cuerpo.
“Obviamente que las más afectadas son en donde se encuentra pelo, como en la cabeza, en algunas ocasiones y dependiendo de la infestación y la higiene en los sobacos y en la región púbica, pero que no es gravedad, pues se les recetan fármacos para matar el piojo y para las infecciones y tipo de afectación…”.
El piojo se alimenta succionando la sangre provocando como síntoma principal una comezón constante, provocando escoreaciones cutáneas, lo mismo que las liendres que se adhieren a los cabellos en la región occipital y en tanto éstas se pegan al pelo, el piojo se mueve en la zona afectada.
El doctor Macías dijo que estos parásitos han estado siempre a lo largo de la historia de nuestro país aunque hubo grupos indígenas que tenían medidas efectivas para eliminar a los parásitos y sanar las heridas recordando que por ejemplo los Mexicas eran un pueblo que tenía la higiene como forma de vida.
No obstante con la llegada de los europeos y la Conquista de México el problema se extendió por que los colonizadores llegaron con prácticas poco higiénicas, pues por ejemplo, si el nativo mexica se bañaba hasta dos veces al día, el español duraba días, semanas y hasta meses sin asearse.
Esto provocó dijo que en tiempos de la Colonia en nuestro país los padecimientos provocados por esta clase de insectos parásitos se incrementaron aunque a cambio se permitió avanzar médicamente en los tratamientos, pero es algo que no se ha podido erradicar y sigue afectando a ciertos sectores de la población.
