Aunque los nacimientos de berrendos peninsulares es siempre un evento trascendente, en esta ocasión se dio un peculiar alumbramiento en la Reserva de la Biósfera El Vizcaíno donde tras 20 años de ponerse en marcha el Programa de Recuperación del Berrendo se recibió a una pequeña cría albina.
Se trata de un ejemplar que no había sido registrado con estas peculiares características, pues el claro de su pelaje se debe a por lo menos cinco genes, que regulan la tonalidad, ubicación, ausencia o presencia de color, intensidad y distribución del mismo. Esta es una característica que puede llegar a desfavorecerle, pues en algunas especies es más fácil para los depredadores identificar presas albinas. Aun así este evento da indicios de que existe diversidad genética en una población en riesgo de extinción.
Se trata de una hembra de peculiar apariencia perteneciente a la subespecie endémica del Berrendo Peninsular y que es considerado como el único “antílope” del continente y el mamífero terrestre más rápido de América, alcanzando velocidades de hasta 95 kilómetros por hora, acostumbrado a vivir en condiciones extremas, ya que puede pasar meses sin beber agua.
Cabe mencionar que en las planicies costeras de Baja California existen registros de su existencia en pinturas rupestres de al menos cinco mil años de antigüedad, desafortunadamente su población se ha reducido y se trabaja en la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas para evitar su extinción.