El establecimiento donde murió un niño ahogado este año aún no había renovado permisos ante la Dirección de Bomberos, por lo que esta dependencia se encuentra a la espera de recolectar información si es que cumplía con la normatividad sobre la cantidad de guardavidas que requería el lugar dependiendo del aforo, lo cual no han podido constatar debido a que permanece cerrado por decisión de los propietarios.
Rubén Osuna Beltrán, titular de la Dirección de Bomberos, comentó que a un día del incidente, solo conocen que el joven, que daba una reanimación cardiopulmonar, sí está certificado por la dependencia que encabeza, sin embargo, se tiene identificado que el parque acuático este año todavía no renovaba los permisos correspondientes al 2023.
“Ellos se tienen que acercar con todo esto porque es anual, ellos ya lo saben, cada año se tienen que acercar, todas las albercas públicas tienen que presentar su plan de contingencias, medidas de seguridad, no lo tiene hasta esta fecha”, puntualizó.
¿QUÉ PASÓ?
El pasado domingo, un menor murió ahogado en un parque acuático ubicado en la carretera a Santa Isabel, el cual fue trasladado para recibir atención médica y lograr su reanimación, sin embargo, solo se le declaró muerto en el Hospital General de Mexicali.
Osuna puntualizó que ayer solo acudieron primeros respondientes al incidente y que hoy se envió personal para la inspección del establecimiento, sin embargo, este se encuentra cerrado, por lo que al cierre de esta edición, desconocen cuánta gente había en el lugar y si cumplía con otras medidas de seguridad.
“No tenemos el dato de cuánta gente había, si había más guardavidas, depende de los metros cuadrados de cada alberca, tiene que haber de uno a más guardavidas”, expresó.
De los elementos a revisar, dijo que las albercas de hasta 376 metros cuadrados tienen que contar con un guardavidas; las que son de 377 metros cuadrados a 1 mil 200, tiene que contar con dos y así sucesivamente va incrementando la cantidad de guardavidas que debe haber.
De manera preliminar, dijo conocer que en el lugar hay dos albercas, una es un chapoteadero y que la otra tiene una dimensión distinta.
“Ese es el dato que tenemos hasta ahorita, estamos buscando más información para poder determinar si hubo una negligencia”
Añadió que esperarán a que la Fiscalía General del Estado determine si es que hubo una negligencia y esperarán a este martes realizar otra inspección en el establecimiento, toda vez que en la información del mismo indican que están abiertos de martes a domingo.
“Si no (abren), vamos a esperar la orden de Fiscalía para poder ingresar o (que) ellos soliciten al propietario que nos de la información de que fue lo que sucedió, que se la van a dar a Fiscalía. De ahí nos vamos a basar todo para poder ver las sanciones que impliquen”, agregó.
DEBEN DE CUIDAR LOS PADRES DE FAMILIA
Osuna Beltrán puntualizó que independientemente de que sí se cumple con la normatividad o no respecto a los permisos o las medidas de seguridad, el artículo 29 del Reglamento para la Seguridad en Albercas, piscinas y balnearios públicos para Mexicali, ahí se establece que los menores que no saben nadar, deben de ser supervisados por un adulto que sí sepa hacerlo, por lo que también es responsabilidad de los padres que los niños estén seguros.
“El artículo 29 establece que toda persona que ingrese a la alberca y que no demuestre su habilidad para desplazarse o estar a flote, debe estar acompañada de una persona mayor de edad y que sepa nadar. Además, deberá usar aditamentos que sean necesarios, quiere decir que también los papás deben estar al pendiente de los menores que no tengan esta habilidad de nadar correctamente”, afirmó el bombero.
