Debido a los bajos precios del mercado y la falta de financiamiento, más de la mitad de los productores algodoneros han dejado la actividad, en el presente ciclo agrícola solo se sembrarán 10 mil hectáreas, en lo que fue conocido como el “rancho algodonero más grande del mundo”.
Lo anterior lo manifestó el presidente del Sistema Producto Algodón, Demetrio Benítez, al referir que solo se han sembrado 5 mil hectáreas de las 10 mil que han sido programadas en el presente ciclo agrícola en el Valle de Mexicali.
Según el productor agrícola, Héctor Soto Ibarra, que por muchos años trabajó en la Secretaría de Agricultura federal, entre 1960 y 1964, cada año se sembraban alrededor de 190 mil hectáreas de algodón, pero ahora solo serán aproximadamente 10 mil hectáreas.
Benítez comentó que la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) federal, les ha establecido como plazo hasta el 30 de abril para sembrar el algodonero, pero solamente van poco más de 5 mil hectáreas, de las 10 mil que se han programado en este 2024.
El año pasado se sembraron 18 mil hectáreas de algodonero, y para esta fecha llevaban un avance superior a las 8 mil, por lo que la siembra para este ciclo agrícola va muy lento.
Las principales razones por las cuales no avanza la producción de algodonero, es por el precio de la fibra, que se encuentra muy por debajo de sus necesidades, ya que está a 80 dólares el quintal y ellos requieren que esté al menos a 100 dólares, y tener una producción promedio de 7 pacas por hectárea, para pagar el crédito de avío.
Explicó que una paca la conforman 5 quintales.
Otro de los factores de la caída de la superficie de siembra, a parte del bajo precio, es el tipo de cambio peso-dólar, además de los altos costos de producción, ya que los insumos están muy caros, a lo que hay que sumarle la desaparición de la Financiera Nacional de Desarrollo en este gobierno, que si bien no prestaba mucho, pero sí ayudaba.
Lo anterior ha obligado a los productores a acudir a las parafinancieras, pero como ven que el algodón no es negocio, no prestan, por lo que el tema del crédito se ha vuelto muy complicado.
Benítez subrayó que otro punto muy importante es que para el próximo año ya no habrá permisos para utilizar semilla transgénica, ya que desde que entró este gobierno, prohibió el transgénico, y han estado trabajando con la que quedaba almacenada, pero ya no hay permisos para importar la semilla.
Si bien, el gobierno federal no prohibió el glifosato, debido a que no encontró una alternativa viable que sustituya a este herbicida, tuvo que aguantarse, ya que este producto es excelente contra la maleza, y no pueden contratar mano de obra para que la retire, porque se les va muy alto el costo.
Mencionó que anteriormente eral alrededor de 1 mil 200 productores, ahora quedan alrededor de 500, de los cuales piensa, han dejado la actividad ya que ni el trigo es negocio.
