Para atender a fondo la problemática que aqueja a Mexicali y Valle Imperial sobre las aguas del Río Nuevo es necesaria una fuerte inversión económica, consideró Alfonso Cortés Lara, investigador y representante del Colegio de la Frontera Norte (Colef) en Mexicali.
Recientemente la Junta Local de Supervisores del Condado Imperial aprobó una declaratoria de emergencia señalando a este lado de la frontera del envío de hasta 13 millones de galones de aguas crudas.
AMENAZA LATENTE
El investigador en temas hídricos opinó que el Río Nuevo representa para los dos lados de la frontera una amenaza latente, ya que la mayor parte del agua que recibe el Salton Sea llega precisamente a través de este cauce y si ese volumen deja de llegar a ese punto habrá espacios secos que se convertirán en polvo que al final llegará a Mexicali.
“Es una cuestión de financiamiento, es costoso porque es agua de drenaje agrícola y la CESPM tiene capacidad hasta cierto punto y para atender ciertos contaminantes; hay otros no detectados”.
Cortés Lara indicó que en las descargas que hacen la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Mexicali (CESPM) y el Distrito de Riego de Imperial no siempre cumplen con las normas ambientales, además de que suele haber condiciones atípicas que agravan el problema como las precipitaciones pluviales.
“Las lluvias modifican todo, elevan los volúmenes de flujo y por lo tanto el riesgo de derrames de químicos y eso lleva a no cumplir con la norma”.
El representante del Colef en la capital del estado refirió que el cauce del Río Nuevo es uno de los cuerpos de agua más importantes del Suroeste de Estados Unidos.