La ciudadanía debe de velar por dejar las propiedades debidamente testamentadas, ya que esto propicia cuidar el mismo patrimonio familiar, señaló Sergio Montes Montoya, titular de la Dirección de Administración Urbana. Este trámite se debe de hacer en cuanto antes, explicó, ya que la falta de cuidado de un inmueble genera un problema de imagen urbana, consecuentemente aminora la plusvalía de las casas contiguas e incluso incide en la inseguridad y en materia ambiental.
“Es todo un mosaico ahí de temas que se asocian a este concepto, de mantener la propiedad en orden y que por un lado, la propia familia se evite problemas futuros y por el otro, no pierda valor esa propiedad que al final de cuentas, fueron parte del patrimonio”. A la dependencia que encabeza la gente se debe de acercar para poner en regla ciertos asuntos de los inmuebles que se buscan testamentar, como lo es el poner en orden el deslinde, una escritura o el título de propiedad. “Si no lo tienen, lo más prudente es que la gente inicie su proceso en áreas técnicas como el Catastro, eso implica su deslinde, su número oficial, verificar que no tenga gravámenes y forma parte del expediente que en una notaría o en el Registro Público le habrán de exigir”.
Abundó que cuando se hace un testamento en el que en el predio descrito hay gravámenes o compromisos de pago por conceptos de urbanización, éstos suelen continuar, a menos que se haya establecido alguna disposición distinta de manera directa con la dependencia en cuestión que haya realizado la obra del pavimento.