Los primeros minutos del este 2019 se vieron marcados por un nuevo intento de cruce de un grupo de 150 migrantes entre la frontera de Tijuana y San Diego.
Durante la madrugada de este 1 de enero, las familias, presuntamente pertenecientes a la Caravana que se encuentra en la ciudad, intentaron brincar el muro fronterizo, a la altura de Playas de Tijuana, aunque fueron recibidos con gases lacrimógenos por parte de los agentes de la Patrulla Fronteriza (BP por sus siglas en inglés), quienes frustraron el intento.
Un grupo de 25 migrantes fue arrestado por los oficiales norteamericanos, entre ellos dos menores de edad.
De acuerdo a la información proporcionada por autoridades de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), un primer grupo conformado por 45 migrantes, lograron burlar el cerco primario, luego de arrastrarse por debajo la valla fronteriza y brincar el cerco primario; sin embargo debido a la presencia de los agentes fronterizos, decidieron regresar a territorio mexicano.
Según los agentes estadounidenses, los migrantes comenzaron a lazar rocas desde el lado mexicano hacia el otro lado de la frontera, por lo “para abordar a los lanzadores de rocas que atacaron a los agentes y que arriesgaron la seguridad de los migrantes que intentaban cruzar y que ya estaban en el lado de los Estados Unidos, se desplegaron humo y contramedidas mínimas.
Los agentes lanzaron humo, gas pimienta y gas CS”, explicó la agencia a través de un comunicado dado a conocer durante la mañana del 1 de enero.