Con motivo del Día de la Tierra, el colectivo Praxis Decolonial en coordinación con Salvemos las Lagunas, realizaron una visita a la zona de lagunas para concientizar sobre la importancia de la conservación de especies nativas de Mexicali.
Fernando Márquez, del colectivo Praxis Decolonial comentó que, en coordinación de la Colectiva Popular de Justicia Ambiental, de la que también es parte, organizaron este evento al que denominaron “Día de la tierra y de la justicia ambiental”.
“Estamos creando conciencia de que no se trata solo de hablar y de sembrar un arbolito, sino que es entender a la gente que la depredación y la contaminación ambiental, la mayoría, el 99 % la causan las grandes empresas trasnacionales, las maquilas, la Constellation Brands con el agua, la Zahori y Su Karne, son las que están generando este efecto”.
Es muy importante luchar por la justicia ambiental desde las comunidades, y ver que quienes son más afectados por la depredación ambiental, son las personas más marginadas económica y socialmente.
Los problemas respiratorios de cáncer que hay en Mexicali, se deben a la contaminación ambiental y del agua, como en el caso de la comunidad Cucapáh, que no es posible que vivan a un lado de un río y no tengan acceso al agua.
Se trata de hacer un análisis crítico de la situación y exigirle a las grandes empresas que dejen de contaminar, ya que los problemas de salud que se están enfrentando, son mayores.
Sobre el caso del pueblo Cucapáh, estos tienen más de mil años habitando en una zona comprendida entre la desembocadura del Río Colorado con el Golfo de California, incluso río arriba, más allá de la frontera.
Mencionó que vio una foto de hace aproximadamente 130 años de la zona donde se asentaban los Cucapáh, con un Río Colorado mucho más caudaloso y prácticamente era una selva, ya que el afluente trasladaba tanta agua que incluso navegaban buques de vapor.
Esta zona estaba llena de álamos, sauces, mezquites y paloverde, pero al llegar el proyecto capitalista del Valle Imperial, requerían mucha madera para alimentar las calderas de los buques de vapor, y posteriormente para las vías de ferrocarril.
Fue ahí que contrataron a los Cucapáh para que los proveyeron de madera, por lo que talaron los árboles sin tener el cuidado de hacer que este proyecto fuera sustentable, y no reforestaron, lo que a final le afectó mucho al pueblo originario, ya que ellos sobrevivían del álamo, sauce y del mezquite, aseveró Márquez.
