Candelaria Acosta visita la tumba de su menor hijo, fallecido a los 3 años en aquel lejano 1974, sin embargo aún brotan los sentimientos a flor de piel, tal y como si hubiera sucedido ayer.
Acompañada de sus hijos Erika y Antonio, limpian la tumba de granito blanco rematado con un querubín dorado, colocan una caja de conocido cereal azucarado que hace referencia a la inocencia del fallecido.
La pobreza y la enfermedad se llevaron al pequeño José de Jesús y a pesar de que han pasado 44 años de aquella fatídica fecha, nunca será olvidado por su madre que ya pinta canas, pero cuyos ojos aún se llenan de lágrimas al recordar a su primogénito, que hoy tendría 47 años.
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Candelaria visita la tumba de José Luis dos veces al año, en octubre y noviembre, que es en la fecha de su cumpleaños y el Día de Todos los Santos. Mañana volverá al panteón 1 para visitar a su padre, dijo.
Ayer fue el Día de Todos los Santos, en que se recuerda a los niños que dejaron este mundo, por lo que la gente aprovechó para ir a visitar a sus menores fallecidos.
Hoy es el Día de Muertos, donde se recuerda a la gente mayor que nos ha abandonado, por lo que se espera haya una mayor afluencia a los panteones de la ciudad.
