Entre Teclas
En su reciente visita a Baja California, el presidente Andrés Manuel López Obrador firmó el acuerdo para regularizar los vehículos usados de procedencia extranjera, conocidos popularmente como “autos chocolate”.
En realidad en Baja California esta “regularización” se inició desde hace algunos meses, cuyo fin principal tiene un “tufito” recaudatorio y no para solucionar de fondo el problema. El caso es que durante la ceremonia de firma del acuerdo el presidente López Obrador dijo: “Vamos a regularizar todos los vehículos que transitan en todos los municipios del Estado, van a aportar una cantidad para contribuir con alrededor de 2 mil 500 pesos”
El Presidente señaló que desde varios ángulos se veía la necesidad de la regularización de estas unidades enfatizando las cuestiones de seguridad a través de la identificación de las personas que poseen los automóviles y lo que se recaude por este programa deberá destinarse a la atención del problema de los baches.
“Esa cooperación le va a quedar al Estado y los municipios, no se irá a la Federación, pero con el compromiso de que ese dinero se destine a resolver el programa de los baches”, dijo el Presidente.
Lo cierto es que hasta el momento no existe un censo para conocer a ciencia cierta el número de “carros chocolate” que hay en la entidad. Sin embargo, se calcula que podrían ser alrededor de 70 mil, aunque hay quien señala que es muchísimo mayor la cantidad.
Este tipo de regularización de vehículos irregulares en nuestra entidad no es nada nuevo. Por ejemplo, hace más de 40 años se les otorgaban las llamadas “placas rurales” que el mismo gobierno del Estado les entregaba a sus propietarios, ahora se hace a través de este tipo de acuerdos de regularización. Lo que nunca se dijo ni por parte del gobernador ni del Presidente es qué va a pasar con las “empresas” que se dedican a expedir las “placas de plástico” que permiten la circulación de estos vehículos con el beneplácito de todas las corporaciones policiacas.
Nada se dijo acerca del futuro de “Onapafa”, “Anapromex” y “Amlopafa”, solo por mencionar algunas de las organizaciones que se dedican a entregar y cobrar a cambio de las “placas de plástico” que permiten la circulación de los llamados “carros chocolate” con total impunidad.
Por tal razón se puede asegurar este “programa de regularización de autos de procedencia extranjera” es más de lo mismo de lo que se ha aplicado en el pasado.
Gobiernos van, gobiernos vienen; partidos políticos van, partidos políticos vienen y el “tratamiento” al tema de los autos irregulares sigue siendo el mismo: Muy superficial.
El programa de regularización de López Obrador no es otra cosa que “más de lo mismo”.
