/ lunes 16 de julio de 2018

Buscan a culpables de la derrota priísta

Prisma


Por lo visto los grandes dinosaurios priístas no han digerido todavía la derrota que sufrió su partido en la contienda del primero de julio y andan en busca de quienes son los culpables de la debacle, única en la historia que ha puesto en la lona al antes invencible.

Uno de ellos, César Augusto Santiago -viejo lobo de mar en cuestiones partidistas y político-electorales- al lanzar la advertencia que a su partido no le queda otra cosa “más que renovarse o morir”, hace una pregunta que estamos seguros no recibirá respuesta: ¿Quiénes son los culpables de la paliza que los electores dieron al partido tricolor?

El mismo priísta menciona nombres y se responde: ¿Acaso fueron Enrique Ochoa, ex dirigente del CEN: René Juárez, su sucesor; José Antonio Meade, el candidato presidencial fallido o el novato Aurelio Nuño, coordinador de la campaña del ex Secretario de Hacienda? En nuestro opinión, faltan algunos nombres que don César se guardó, que mucho tuvieron que ver en la designación -no elección del candidato- cuya campaña nunca levantó.

De pasadita, Augusto Santiago -al aceptar la encrucijada en que se encuentra el priísmo- se pronunció por un cambio inmediato en los altos mandos del Comité Ejecutivo Nacional a fin de que el partido inicie las acciones que le permitan la recuperación que lo fortalecerá para lograr un papel decoroso en futuros procesos electorales. De manera particular, sacarlo del nada honroso lugar -tercero- que obtuvo en julio primero.

Sus inquietudes -hay que decirlo- nos contagiaron y siguiendo el sentir de priístas de verdad nos llevan a preguntar: ¿Quiénes son los culpables de la derrota sufrida por el PRI en Baja California, que no tiene precedente alguno? ¿Acaso Jorge Hank Rhon o Fernando Castro Trenti -señalados como cabezas de los grupos que lo controlan-; su dirigente estatal, los dirigentes de los sectores que conforman el organigrama priísta y otros ex dirigentes como Enrique Acosta Fregozo, que dicen grita fuerte en los mandos estatales?

La lista podría aumentar con nombres de algunos candidatos que realmente no resultaron ser tan buenos como se decía y su campaña no estuvo a la altura de las circunstancias.

Al cierre de esta entrega llega la noticia de la renuncia de René Juárez a la Presidencia Nacional del PRI, no sin antes lanzar su advertencia: “La reconstrucción del PRI debe ser del tamaño de su derrota”.

¿Cuándo veremos este evento en Baja California que ciertos grupos reclaman?

Prisma


Por lo visto los grandes dinosaurios priístas no han digerido todavía la derrota que sufrió su partido en la contienda del primero de julio y andan en busca de quienes son los culpables de la debacle, única en la historia que ha puesto en la lona al antes invencible.

Uno de ellos, César Augusto Santiago -viejo lobo de mar en cuestiones partidistas y político-electorales- al lanzar la advertencia que a su partido no le queda otra cosa “más que renovarse o morir”, hace una pregunta que estamos seguros no recibirá respuesta: ¿Quiénes son los culpables de la paliza que los electores dieron al partido tricolor?

El mismo priísta menciona nombres y se responde: ¿Acaso fueron Enrique Ochoa, ex dirigente del CEN: René Juárez, su sucesor; José Antonio Meade, el candidato presidencial fallido o el novato Aurelio Nuño, coordinador de la campaña del ex Secretario de Hacienda? En nuestro opinión, faltan algunos nombres que don César se guardó, que mucho tuvieron que ver en la designación -no elección del candidato- cuya campaña nunca levantó.

De pasadita, Augusto Santiago -al aceptar la encrucijada en que se encuentra el priísmo- se pronunció por un cambio inmediato en los altos mandos del Comité Ejecutivo Nacional a fin de que el partido inicie las acciones que le permitan la recuperación que lo fortalecerá para lograr un papel decoroso en futuros procesos electorales. De manera particular, sacarlo del nada honroso lugar -tercero- que obtuvo en julio primero.

Sus inquietudes -hay que decirlo- nos contagiaron y siguiendo el sentir de priístas de verdad nos llevan a preguntar: ¿Quiénes son los culpables de la derrota sufrida por el PRI en Baja California, que no tiene precedente alguno? ¿Acaso Jorge Hank Rhon o Fernando Castro Trenti -señalados como cabezas de los grupos que lo controlan-; su dirigente estatal, los dirigentes de los sectores que conforman el organigrama priísta y otros ex dirigentes como Enrique Acosta Fregozo, que dicen grita fuerte en los mandos estatales?

La lista podría aumentar con nombres de algunos candidatos que realmente no resultaron ser tan buenos como se decía y su campaña no estuvo a la altura de las circunstancias.

Al cierre de esta entrega llega la noticia de la renuncia de René Juárez a la Presidencia Nacional del PRI, no sin antes lanzar su advertencia: “La reconstrucción del PRI debe ser del tamaño de su derrota”.

¿Cuándo veremos este evento en Baja California que ciertos grupos reclaman?