Prisma
Dice el viejo refrán: “No hagas cosas buenas que parezcan malas”, que bien podríamos aplicar al Instituto Nacional Electoral (INE) por los hechos denunciados ante periodistas por Marco Aurelio Gámez Servín respecto al manejo irregular de las boletas que serán utilizadas el día de las elecciones del primero de julio.
La historia: El candidato a diputado por el Primer Distrito, postulado por el Verde Ecologista, manifestó que las boletas correspondientes al Distrito que le corresponde fueron entregadas en el Distrito 2. Esta acción totalmente irregular “podría dar motivo para pensar mal”.
Como si esto fuera una cosa menor, en los mentideros políticos estatales ha trascendido que también han sido descubiertas boletas para la elección federal correspondiente a distritos electorales de Nuevo León. Obviamente el hecho ha creado cierta inquietud entre los propios candidatos que están buscando el voto que los llevará al triunfo en las próximas elecciones.
También corre la versión que el PRI -lo ha dicho el propio Pepe Meade, candidato a la Presidencia de la República- que con tal de ganar la elección van a aplicar el mismo sistema que los hizo ganar la gubernatura del Estado México mediante manipulación, compra de votos y “tareas especiales” que realizaron los famosos “mapaches”. Ello porque la orden superior es ganar la elección presidencial a como dé lugar. Incluso algunos mencionan la posibilidad de un gran fraude. Sin embargo, quienes pretendan hacerlo deberán recordar que “vivimos otros tiempos”.
Volviendo a los hechos mencionados, vale acotar que Gámez Servín los planteó a la presidenta del Consejo local del INE, María Luisa Flores Huerta, quien ordenó la devolución de las boletas en cuestión mediante los trámites conforme lo establece el Reglamento de Elecciones y pidió a la autoridad electoral explicar todo lo relacionado con el incidente.
A propósito del tema, Jaime Bonilla, candidato a senador de la República por la Coalición Juntos Haremos Historia, denunció que una militante radicada en Tijuana le manifestó que unas personas “le ofrecieron dinero y otros beneficios” para que les prestara su credencial de elector y que el día de las elecciones marcara el logotipo de sus partidos”.
Así las cosas, amable lector, “como la burra no era arisca”, ante las denuncias planteadas lo menos que podemos suponer es que en la justa electoral seguiremos viendo toda clase de “chapuzas” por parte de algunos candidatos y partidos políticos. ¡Lástima que así sea!
