/ miércoles 6 de junio de 2018

En México quien nace pobre, muere pobre

Prisma


Triste la realidad manifiesta en estudio realizado por diversas instituciones relacionado con las condiciones de pobreza que enfrenta una gran mayoría de mexicanos, que nos lleva a la conclusión: “El que nace pobre, muere pobre”.

La probabilidad de que un mexicano nacido en uno de los hogares más pobres del país alcance a lo largo de su vida ingresos elevados, es de solo 2.1%, mientras en Canadá -nuestros socios en el TLCAN- es de 13.50 y en Estados Unidos 7.5%, reveló una investigación académica realizada por expertos del Colegio de México.

El documento, publicado por el Grupo Expansión, establece: Si una persona proviene de un hogar en situación de pobreza, tiene una alta probabilidad de permanecer en situación similar cuando alcance la edad adulta, según datos del estudio “Desigualdades en México 2018”.

La triste realidad -¿de qué otro modo podemos calificarla?- es que quienes nacen en hogares que obtienen ingresos bajos la probabilidad de que puedan escalar ingresos más altos, es la más baja que se registra en los ocho países objeto del estudio mencionado.

La nación con mayor movilidad social es Canadá con un 13.50%, seguido de Dinamarca 11.7%, Francia 11.2%, Suecia 11.1%, Italia 10.4%, Reino Unido 9.1, Estados Unidos 7.5 y México, solo un 2.1%.

El documento indica además que 53% de los mexicanos que nacen en una familia rica, mantiene su condición socioeconómica a lo largo de su vida. Entre éstos –suponemos- destaca la clase política nuestra y quienes estando cerca de los círculos del poder político hacen grandes negocios y fortunas.

Otro de los puntos señalados por los estudiosos del Colegio de México -que ojalá se dieran tiempo para asesorar en la materia al próximo Presidente de la República- es el relacionado con los sueldos que cobran los trabajadores mexicanos, que siempre están convergiendo “pero a la baja”, pese a lo que digan en contrario voceros oficiales.

Como si la situación descrita fuera cosa menor, los fenómenos naturales como terremotos o inundaciones que se dan en Estados identificados como pobres, aumentan las brechas de desigualdad debido a que afectan a las personas que menos tienen y a que los apoyos del Gobierno siempre son insuficientes manejados en forma deshonesta.

Como sociedad podemos evitar que los orígenes sociales de las personas determinen la mayor parte de su futuro. “Necesitamos tomar acciones para alcanzar los derechos que la Constitución establece y se conviertan en oportunidades de vida verdadera”, concluyó Laura Flamand, coordinadora del estudio.

¿Podrá hacerlo el próximo Presidente de la República?

Prisma


Triste la realidad manifiesta en estudio realizado por diversas instituciones relacionado con las condiciones de pobreza que enfrenta una gran mayoría de mexicanos, que nos lleva a la conclusión: “El que nace pobre, muere pobre”.

La probabilidad de que un mexicano nacido en uno de los hogares más pobres del país alcance a lo largo de su vida ingresos elevados, es de solo 2.1%, mientras en Canadá -nuestros socios en el TLCAN- es de 13.50 y en Estados Unidos 7.5%, reveló una investigación académica realizada por expertos del Colegio de México.

El documento, publicado por el Grupo Expansión, establece: Si una persona proviene de un hogar en situación de pobreza, tiene una alta probabilidad de permanecer en situación similar cuando alcance la edad adulta, según datos del estudio “Desigualdades en México 2018”.

La triste realidad -¿de qué otro modo podemos calificarla?- es que quienes nacen en hogares que obtienen ingresos bajos la probabilidad de que puedan escalar ingresos más altos, es la más baja que se registra en los ocho países objeto del estudio mencionado.

La nación con mayor movilidad social es Canadá con un 13.50%, seguido de Dinamarca 11.7%, Francia 11.2%, Suecia 11.1%, Italia 10.4%, Reino Unido 9.1, Estados Unidos 7.5 y México, solo un 2.1%.

El documento indica además que 53% de los mexicanos que nacen en una familia rica, mantiene su condición socioeconómica a lo largo de su vida. Entre éstos –suponemos- destaca la clase política nuestra y quienes estando cerca de los círculos del poder político hacen grandes negocios y fortunas.

Otro de los puntos señalados por los estudiosos del Colegio de México -que ojalá se dieran tiempo para asesorar en la materia al próximo Presidente de la República- es el relacionado con los sueldos que cobran los trabajadores mexicanos, que siempre están convergiendo “pero a la baja”, pese a lo que digan en contrario voceros oficiales.

Como si la situación descrita fuera cosa menor, los fenómenos naturales como terremotos o inundaciones que se dan en Estados identificados como pobres, aumentan las brechas de desigualdad debido a que afectan a las personas que menos tienen y a que los apoyos del Gobierno siempre son insuficientes manejados en forma deshonesta.

Como sociedad podemos evitar que los orígenes sociales de las personas determinen la mayor parte de su futuro. “Necesitamos tomar acciones para alcanzar los derechos que la Constitución establece y se conviertan en oportunidades de vida verdadera”, concluyó Laura Flamand, coordinadora del estudio.

¿Podrá hacerlo el próximo Presidente de la República?