/ sábado 1 de diciembre de 2018

Lento y caro

Entre Teclas


Allá por el año de 1987, nació el internet en México, cuando en el Campus Monterrey del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se conectaron por medio de una línea analógica de 4 hilos a 9600 bits por segundo, algo totalmente patético y obsoleto para nuestra actualidad.

Pero hubo avances, en 1995 la UNAM tenía dos formas de enlace a internet: Una a Houston y otra a través de la Universidad de Rice. En febrero del mismo año La Jornada, periódico de circulación nacional en México, crea su versión en web convirtiéndose en el primer diario en México en contar con este servicio lo que provocó una masificación importante para los medios.

En la actualidad, el mundo está completamente convulsionado y un día sin internet es casi casi la Apocalipsis mundial. El fenómeno humano en México de la utilización del internet ha llegado al grado de que, en el 2017, había 71.3 millones de usuarios de internet o sea 5.8 millones más que el año anterior de acuerdo a cifras de Inegi con colaboración de SCT y el Instituto Federal de Telecomunicaciones.

Las principales actividades de los usuarios de internet en nuestro país, son: Obtener información, 96.9%; entretenimiento, 91.4; comunicación, 90.0; acceso a contenidos audiovisuales, 78.1 y acceso a redes 76.6%. Adicionalmente 17.4 millones de hogares disponen de internet.

Sin embargo, el servicio de internet en México es lento y caro.

Los últimos datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) revelan que México también ocupa el último lugar en la penetración de banda ancha fija en los 35 países que integran la organización.

¿Y de los precios?, ni hablamos. Aunque la penetración y velocidad de la banda ancha han crecido, también lo han hecho los precios de los servicios. De acuerdo con el Instituto Federal de Telecomunicaciones, los precios en internet se incrementaron 0.9% de 2012 a 2015 contrario a la baja en los costos de los servicios de más de 30% de telefonía móvil, 100% en larga distancia nacional y 4.3% en fija.

Es por ello, que se requiere de políticas públicas a favor de los usuarios porque resulta incongruente que siga costando más el servicio cuando la competencia, con más empresas ofertadoras, siga creciendo.

La reforma de telecomunicaciones de Enrique Peña Nieto desató el nacimiento, la expansión, la transformación o el desembarco de una veintena de nuevas empresas nacionales o del exterior y al menos cinco de ellas trastocaron el mercado donde empezaron a participar.

Son compañías que antes de la llamada “reforma telecom” de Peña Nieto no existían en México y cuya operación en el país difícilmente se hubiera logrado con el ambiente regulatorio y con las condiciones económicas de 2013. Izzi Telecom, Altán Redes y AT&T son los claros ejemplos para el sector de telecomunicaciones, pues ningún mexicano hablaba o conocía de esas marcas hace seis años, aunque hoy en día cotidianamente utilicen los servicios de internet y telefonía o consuman los contenidos de radio y televisión que ellas producen.

Así es que el reto, en el futuro inmediato, es regular ya no tan solo la eficiencia en la prestación del servicio, sino las tarifas del mismo.



Entre Teclas


Allá por el año de 1987, nació el internet en México, cuando en el Campus Monterrey del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se conectaron por medio de una línea analógica de 4 hilos a 9600 bits por segundo, algo totalmente patético y obsoleto para nuestra actualidad.

Pero hubo avances, en 1995 la UNAM tenía dos formas de enlace a internet: Una a Houston y otra a través de la Universidad de Rice. En febrero del mismo año La Jornada, periódico de circulación nacional en México, crea su versión en web convirtiéndose en el primer diario en México en contar con este servicio lo que provocó una masificación importante para los medios.

En la actualidad, el mundo está completamente convulsionado y un día sin internet es casi casi la Apocalipsis mundial. El fenómeno humano en México de la utilización del internet ha llegado al grado de que, en el 2017, había 71.3 millones de usuarios de internet o sea 5.8 millones más que el año anterior de acuerdo a cifras de Inegi con colaboración de SCT y el Instituto Federal de Telecomunicaciones.

Las principales actividades de los usuarios de internet en nuestro país, son: Obtener información, 96.9%; entretenimiento, 91.4; comunicación, 90.0; acceso a contenidos audiovisuales, 78.1 y acceso a redes 76.6%. Adicionalmente 17.4 millones de hogares disponen de internet.

Sin embargo, el servicio de internet en México es lento y caro.

Los últimos datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) revelan que México también ocupa el último lugar en la penetración de banda ancha fija en los 35 países que integran la organización.

¿Y de los precios?, ni hablamos. Aunque la penetración y velocidad de la banda ancha han crecido, también lo han hecho los precios de los servicios. De acuerdo con el Instituto Federal de Telecomunicaciones, los precios en internet se incrementaron 0.9% de 2012 a 2015 contrario a la baja en los costos de los servicios de más de 30% de telefonía móvil, 100% en larga distancia nacional y 4.3% en fija.

Es por ello, que se requiere de políticas públicas a favor de los usuarios porque resulta incongruente que siga costando más el servicio cuando la competencia, con más empresas ofertadoras, siga creciendo.

La reforma de telecomunicaciones de Enrique Peña Nieto desató el nacimiento, la expansión, la transformación o el desembarco de una veintena de nuevas empresas nacionales o del exterior y al menos cinco de ellas trastocaron el mercado donde empezaron a participar.

Son compañías que antes de la llamada “reforma telecom” de Peña Nieto no existían en México y cuya operación en el país difícilmente se hubiera logrado con el ambiente regulatorio y con las condiciones económicas de 2013. Izzi Telecom, Altán Redes y AT&T son los claros ejemplos para el sector de telecomunicaciones, pues ningún mexicano hablaba o conocía de esas marcas hace seis años, aunque hoy en día cotidianamente utilicen los servicios de internet y telefonía o consuman los contenidos de radio y televisión que ellas producen.

Así es que el reto, en el futuro inmediato, es regular ya no tan solo la eficiencia en la prestación del servicio, sino las tarifas del mismo.



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