PRISMA
¿Quiénes alientan a los miles de ciudadanos centroamericanos que -arrastrando sus miserias- participan en las caravanas que marchan con un destino muy preciso: Estados Unidos de Norteamérica, con el propósito de convertir en realidad el famoso “sueño americano” y poder llevar una vida digna que no pueden tener en sus países de origen?
Otro cuestionamiento sería: ¿Quién o quiénes salen ganando con estas manifestaciones -conformadas por niños, ancianos, personas enfermas e inválidas-víctimas de la violencia y la miseria que priva en sus países, cuyos gobiernos han pisoteado los derechos que tienen como seres humanos que son, negándose a garantizar sus requerimientos mínimos de bienestar y seguridad? ¿De quién es la mano negra que incita, motiva y facilita a miles de personas a participar en una aventura que entraña grandes riesgos y peligros -como el hambre, sed y los abusos de ciertas autoridades y hasta de delincuentes- que los han llevado incluso a adoptar actitudes belicosas e ilegales como la demostrada en la frontera de México con Guatemala, al enfrentarse con policías federales que causó la muerte de un ciudadano hondureño, dizque con el disparo de una bala de goma? Como se están dando las cosas en la Unión Americana -ante una acción que sus autoridades han calificado como una invasión a su territorio y que como tal será combatida-, no creemos que los migrantes resulten beneficiados pese al enorme sacrificio que realizan por lograr sus propósitos. Ante la presencia de miles de soldados y policías destacados en la frontera Estados Unidos-México, la acción pareciera una “misión imposible”. Tampoco ganan los gobiernos de sus países de origen que están demostrando al mundo su incapacidad para retener a quienes se ven obligados a buscar fuera lo que no pueden encontrar localmente. Ante la gravedad de la crisis ocasionada por las caravanas de migrantes, tampoco el gobierno nuestro queda bien parado que digamos al ubicarlo en el marco de un problema migratorio de su historia, al que ha respondido con ciertas debilidades, poniendo en evidencia su tradicional política migratoria. Analizando a bote pronto los proyectos políticos del Presidente Trump -que incluye mantener “a como dé lugar” la mayoría en el Poder Legislativo, cuya renovación se dará en breves días, podemos concluir que el belicoso empresario-político “es el único que saldrá ganando con el conflicto migratorio”. Las “acciones de guerra” tomadas supuestamente para defender la integridad territorial de Estados Unidos sumarán simpatías y votos a favor de sus propósitos electorales. Eso lo hará feliz.
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