PRISMA
Gracias a la famosa “Ley Gandalla”, que de golpe y porrazo aniquiló el principio de la Revolución Mexicana “Sufragio efectivo no reelección”, algunos diputados y regidores podrán reelegirse y seguir cobrando fabulosos sueldos y prestaciones.
Por cierto, siempre hemos pensado que de nuestro movimiento revolucionario -que costó más de un millón de vidas- solo quedan la Marcha de Zacatecas y el corrido La Adelita, dedicado a las abnegadas mujeres que acompañaron a sus hombres en la jornada histórica.
Pero volviendo al tema en plan de preguntones: ¿Merecen estos personajes seguir en los privilegiados cargos que ostentan? ¿Cuáles serán los argumentos que utilizarán para pedir de nueva cuenta el voto ciudadano? ¿Cómo piensan convencerlos después del triste desempeño que han mostrado? ¿Cuántas veces subieron a la tribuna a participar en debates parlamentarios? ¿Cuántas iniciativas presentaron, cuyo contenido haya significado algún beneficio para sus representados? ¿Cuántas fueron aprobadas por la relevancia de sus alcances y enviadas a la congeladora por tratarse solo de ocurrencias?
De los aspirantes a repetir, ¿quiénes se ensuciaron los zapatos y volvieron a sus distritos a dialogar con sus electores para conocer sus problemas y buscar la solución deseada e informarles del cumplimiento de los compromisos adquiridos durante su campaña electoral? Como supuestos defensores del pueblo, ¿qué participación tuvieron para apoyar las gestiones de diversos grupos sociales y hacer patente su solidaridad en las gestiones que realizaron buscando soluciones a sus problemas, en ciertos casos de suma gravedad? ¿Cuántos diputados o regidores aspirantes a seguir cobrando en nómina oficial tuvieron el valor y la decisión de cruzar el patio del Centro Cívico para visitar a las maestras que, abandonadas por sus dirigentes, hicieron su huelga de hambre -poniendo en riesgo su salud-, exigiendo al gobierno estatal el pago de sus jubilaciones?
Lo menos que debieron haber hecho era llevarles un mensaje de aliento y de solidaridad en su movimiento. Nada de eso ocurrió.
Así las cosas, ciertos estamos que los cuestionamientos planteados serán considerados por quienes con su voto permitirán que algunos diputados y regidores logren su gran anhelo: Seguir cobrando fabulosos sueldos y prestaciones sin merecerlo.
