PRISMA
Dos grandes preocupaciones agobian a millones de seres humanos que habitamos en el planeta llamado Tierra: La primera es evitar el contagio mortal del coronavirus, que pareciera llegó inesperadamente para estar con nosotros por largo tiempo.
La segunda tiene que ver con el futuro de la humanidad. ¿Cuál será el legado que nos dejará la maldita pandemia luego que sea erradicada? ¿Qué futuro espera a nuestros hijos y nietos después de los gravísimos daños que ha traído prácticamente al mundo entero, en todos los aspectos de su vida cotidiana? ¿Qué espera a millones de trabajadores desempleados y a microempresarios que cerraron sus negocios? ¿Cuánto tiempo utilizarán los científicos en encontrar el remedio que reclama este mal?
Lamentablemente en estos momentos casi nadie puede responder a tales cuestionamientos. Ni los magos con su bola de cristal, ni los chamanes de Veracruz están en condiciones de responder con la certeza que reclama el momento.
En este escenario de incertidumbre, en ciertos casos de pánico que estamos viviendo, surge una opinión del multimillonario Bill Gates -integrante del reducido grupo que son los dueños del mundo, por su poder económico-, que suponemos debido a los grandes intereses que maneja, debe estar bien informado.
Hablando ante la agencia Bloomberg, el magnate estadounidense vaticinó que probablemente será a finales del próximo año cuando USA salga de la pandemia, luego de explicar que en países fuera de su territorio podría llevar más tiempo, estirando la inestabilidad sanitaria y financiera hasta el 2022.
Explicó: “Para el mundo rico deberíamos ser capaces para acabar con el virus a finales del 2021 y para el mundo en general, es decir el pobre, hasta finales del 2022”.
En cuanto a la reactivación económica, calificó como muy difícil imaginar la reapertura efectiva de los negocios, escuelas y otras actividades si no se puede averiguar rápidamente si alguien tiene o no el virus y así exponer el contagio a otros, señalando la urgencia de hacer los diagnósticos que amerita cada caso.
Respecto al planteamiento del creador de Microsoft , el especialista Jason Aten escribió: “Ello significa que los negocios deben estar preparados para la realidad de que la vida no va a volver pronto a la normalidad. Creo que está muy claro, la vida no volverá a lo que todos pensábamos”; por lo que recomendó “averiguar cuanto antes cuál será la normalidad que cada empresa requiere para seguir adelante”.
PD. Tarea muy compleja espera al recién nombrado delegado con facultades de presidente del Partido Morena en BC, Ismael Burgueño, si consideramos que su nombramiento no cayó muy bien a ciertos morenistas que tratarán de complicar su desempeño.
