/ jueves 18 de octubre de 2018

Nuevo Tratado afectará inversión extranjera

Prisma


Mientras el presidente Peña Nieto se encuentra feliz por haber logrado la firma del famoso Tratado de Libre Comercio de América del Norte, conocido como USMCA, analistas y funcionarios del Gobierno estadounidense reportan que la negociación -apresurada por el Gobierno mexicano- no estuvo como los Secretarios de Economía y Relaciones Exteriores la pintan en cuanto a los beneficios que traerá a nuestro país.

La conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo -UNCTAD- anunció que el nuevo acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá afectará el arribo de inversión extranjera a México, contrario a lo que afirman quienes participaron en la renegociación y algunos directivos de organismos empresariales, en el sentido de que el documento “propiciará mayor inversión foránea en territorio mexicano”.

Según el informe Monitor, de tendencias de inversión del organismo internacional, el nuevo pacto comercial reducirá los flujos de capital foráneo a nuestro país, precisamente por las ventajas competitivas que perderá México respecto a las que contenía el TLCAN.

Según los analistas -después de leer la “letra chiquita” del acuerdo- que pareciera desconocen nuestros renegociadores, el mayor impacto se dará en la industria automotriz al perder ésta “ventajas competitivas” que antes tenía y le permitieron alcanzar los niveles de desarrollo que presentan hoy. En su opinión, se espera que el fenómeno se presente en la segunda mitad del 2018 y en los próximos años.

Por otra parte, llega una noticia nada positiva: Mitch McConell, líder republicano del Congreso estadounidense, anunció que el texto del nuevo Tratado “no será ratificado por el Poder Legislativo hasta el próximo año”.

Dijo el político que con motivo de las elecciones de medio mandato en 20 días, el cronograma establecido hace imposible que la actual Legislatura sea la que ratifique el acuerdo, pese a la presión que vienen ejerciendo varios líderes republicanos para que se acelere el proceso.

De no lograr el visto bueno, los republicanos compañeros de partido del presidente Trump temen que de perder éste la mayoría en las cámaras legislativas, la ratificación del Tratado se “atore” en el Capitolio.

Los trámites a realizar previos a la votación en el Congreso estadounidense, incluyen sesiones de audiencias públicas los días 15 y 16 de noviembre próximo, que darán forma a un informe sobre el impacto del Tratado en la economía de los Estados Unidos, considerando la opinión de todos los sectores y partes que resulten afectadas, mismo que será entregado al presidente del Congreso para su ratificación.

El tema echa por tierra el optimismo desbordante de los negociadores nuestros que aseguran: El acuerdo favorecerá a nuestro país.


Prisma


Mientras el presidente Peña Nieto se encuentra feliz por haber logrado la firma del famoso Tratado de Libre Comercio de América del Norte, conocido como USMCA, analistas y funcionarios del Gobierno estadounidense reportan que la negociación -apresurada por el Gobierno mexicano- no estuvo como los Secretarios de Economía y Relaciones Exteriores la pintan en cuanto a los beneficios que traerá a nuestro país.

La conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo -UNCTAD- anunció que el nuevo acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá afectará el arribo de inversión extranjera a México, contrario a lo que afirman quienes participaron en la renegociación y algunos directivos de organismos empresariales, en el sentido de que el documento “propiciará mayor inversión foránea en territorio mexicano”.

Según el informe Monitor, de tendencias de inversión del organismo internacional, el nuevo pacto comercial reducirá los flujos de capital foráneo a nuestro país, precisamente por las ventajas competitivas que perderá México respecto a las que contenía el TLCAN.

Según los analistas -después de leer la “letra chiquita” del acuerdo- que pareciera desconocen nuestros renegociadores, el mayor impacto se dará en la industria automotriz al perder ésta “ventajas competitivas” que antes tenía y le permitieron alcanzar los niveles de desarrollo que presentan hoy. En su opinión, se espera que el fenómeno se presente en la segunda mitad del 2018 y en los próximos años.

Por otra parte, llega una noticia nada positiva: Mitch McConell, líder republicano del Congreso estadounidense, anunció que el texto del nuevo Tratado “no será ratificado por el Poder Legislativo hasta el próximo año”.

Dijo el político que con motivo de las elecciones de medio mandato en 20 días, el cronograma establecido hace imposible que la actual Legislatura sea la que ratifique el acuerdo, pese a la presión que vienen ejerciendo varios líderes republicanos para que se acelere el proceso.

De no lograr el visto bueno, los republicanos compañeros de partido del presidente Trump temen que de perder éste la mayoría en las cámaras legislativas, la ratificación del Tratado se “atore” en el Capitolio.

Los trámites a realizar previos a la votación en el Congreso estadounidense, incluyen sesiones de audiencias públicas los días 15 y 16 de noviembre próximo, que darán forma a un informe sobre el impacto del Tratado en la economía de los Estados Unidos, considerando la opinión de todos los sectores y partes que resulten afectadas, mismo que será entregado al presidente del Congreso para su ratificación.

El tema echa por tierra el optimismo desbordante de los negociadores nuestros que aseguran: El acuerdo favorecerá a nuestro país.