/ viernes 17 de septiembre de 2021

¿Quién nos protege de la violencia?

PRISMA

Hace varias décadas conocimos Tijuana como “ciudad más visitada del mundo”; a Tecate en tiempos del gobierno del Ing. Raúl Sánchez Díaz la llamamos “el apacible Tecate” y a Ensenada como el puerto más hospitalario de Baja California.

De nuestro querido Mexicali solo podemos decir que eran tiempos tranquilos, como escribía el siempre bien recordado Eduardo “El Peludo” Rubio: “Los perros los amarrábamos con longaniza y el lechero dejaba en las puertas de las casas botellas del producto y nada pasaba”.

Solicitan mayor presencia de la Guardia Nacional | Archivo | La Voz de la Frontera

Hoy, amigo lector, para desgracia de los bajacalifornianos las cosas son muy diferentes. Aquella paz y tranquilidad que vivíamos se tornó en inseguridad y zozobra por el clima de violencia que vivimos en los municipios de la entidad ante la desesperación ciudadana por la incapacidad de autoridades para combatirla. Dia tras día se cometen asesinatos en plena luz del día en zonas urbanas y rurales: Secuestros, levantamientos, robos domiciliarios, en comercios, de automóviles y sobornos de la manera más impune.

De poco o nada ha servido la creación de academias militares, la presencia de la Guardia Nacional, las famosas mesas de seguridad tan publicitadas y la participación de los cuerpos policiacos. Se nota la ausencia de una coordinación y una estrategia acorde a la magnitud del problema delincuencial.

La triste realidad es que los residentes de Tijuana, Ensenada, Tecate, Rosarito y Mexicali estamos viviendo en un marco de angustia ante el auge de los delitos de alto impacto que los responsables de combatirlos parecen ignorar. Lo más desalentador de la cuestión es que las altas autoridades estatales están muy ocupadas en atender temas polémicos como la municipalización del agua, la revocación de mandato y otros de su interés, que en resolver un problema que debía ser prioritario en su agenda, ya que afecta al pueblo que tanto dicen proteger: La inseguridad.

Así las cosas, esperamos que al asumir el mando estatal Marina del Pilar Ávila Olmeda “vengan mejores tiempos para los bajacalifornianos” que solo anhelamos vivir en paz y tranquilidad. Mientras ello ocurre, seguiremos “añorando tiempos que se fueron y nunca volverán”.

salgares4@gmail.com

PRISMA

Hace varias décadas conocimos Tijuana como “ciudad más visitada del mundo”; a Tecate en tiempos del gobierno del Ing. Raúl Sánchez Díaz la llamamos “el apacible Tecate” y a Ensenada como el puerto más hospitalario de Baja California.

De nuestro querido Mexicali solo podemos decir que eran tiempos tranquilos, como escribía el siempre bien recordado Eduardo “El Peludo” Rubio: “Los perros los amarrábamos con longaniza y el lechero dejaba en las puertas de las casas botellas del producto y nada pasaba”.

Solicitan mayor presencia de la Guardia Nacional | Archivo | La Voz de la Frontera

Hoy, amigo lector, para desgracia de los bajacalifornianos las cosas son muy diferentes. Aquella paz y tranquilidad que vivíamos se tornó en inseguridad y zozobra por el clima de violencia que vivimos en los municipios de la entidad ante la desesperación ciudadana por la incapacidad de autoridades para combatirla. Dia tras día se cometen asesinatos en plena luz del día en zonas urbanas y rurales: Secuestros, levantamientos, robos domiciliarios, en comercios, de automóviles y sobornos de la manera más impune.

De poco o nada ha servido la creación de academias militares, la presencia de la Guardia Nacional, las famosas mesas de seguridad tan publicitadas y la participación de los cuerpos policiacos. Se nota la ausencia de una coordinación y una estrategia acorde a la magnitud del problema delincuencial.

La triste realidad es que los residentes de Tijuana, Ensenada, Tecate, Rosarito y Mexicali estamos viviendo en un marco de angustia ante el auge de los delitos de alto impacto que los responsables de combatirlos parecen ignorar. Lo más desalentador de la cuestión es que las altas autoridades estatales están muy ocupadas en atender temas polémicos como la municipalización del agua, la revocación de mandato y otros de su interés, que en resolver un problema que debía ser prioritario en su agenda, ya que afecta al pueblo que tanto dicen proteger: La inseguridad.

Así las cosas, esperamos que al asumir el mando estatal Marina del Pilar Ávila Olmeda “vengan mejores tiempos para los bajacalifornianos” que solo anhelamos vivir en paz y tranquilidad. Mientras ello ocurre, seguiremos “añorando tiempos que se fueron y nunca volverán”.

salgares4@gmail.com