/ martes 20 de febrero de 2018

Resultados de elección hasta lunes siguiente

Prisma

Una vez designados o electos -que al fin y al cabo podría ser lo mismo- los candidatos a suceder al presidente Enrique Peña Nieto, a quienes conformarán las Cámaras de Diputados federal y locales, senadores de la República y gobernadores en algunas entidades del país, arranca formalmente la campaña electoral, que muchos anticipan será muy sucia.

Lamentablemente, opiniones en este sentido se escuchan con frecuencia dignas de mención, tanto en los mentideros políticos, charlas de café, como en medios vinculados con los propios partidos y contendientes. Razones hay muchas para ello, ya que históricamente tanto candidatos como partidos políticos, con tal de obtener el triunfo en las urnas, han recurrido a prácticas muy alejadas de la transparencia y de las acciones democráticas que debieran tener el elegir a nuestros gobernantes.

Se comenta por ejemplo, ante la posibilidad de que el invencible PRI, por las razones que todos conocemos, pierda la elección presidencial, éste hará lo imposible por ganar la elección, como quien dice “sea como sea”, poniendo en juego acciones poco limpias y claras, bien conocidas por todos.

Conocedores de las entrañas de nuestro sistema político, agregan un ingrediente muy importante: La escasa confianza en las autoridades electorales, que en esta ocasión han dispuesto una serie de limitantes a los candidatos que han sido calificadas de aberrantes porque no les permitirá dar a conocer plenamente “el cómo y cuándo” resolverán los grandes problemas que enfrentamos los mexicanos como la inseguridad, la violencia, la pobreza y ese cáncer ponzoñoso que es la corrupción.

Por lo pronto, el controvertido Lorenzo Córdova, presidente del Instituto Nacional Electoral, anunció que existe el riesgo de que se retrase la difusión de las tendencias en la elección presidencial debido a una sentencia del Tribunal Electoral que revocó reformas al Reglamento de Elecciones. La pregunta: ¿Por qué dicha disposición solo será aplicable a la elección presidencial?

Esta medida, que en opinión del funcionario podría causar especulación, incertidumbre, la autoproclamación de victorias e incluso la inestabilidad política y económica en el país, debido a que el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) tendrá un avance de solo un 12% a la medianoche del día de la jornada, en lugar de un 60 a 70%, como ha ocurrido en pasados eventos electorales.

Ello significa que la información que ha sido difundida a las 23:00 horas del día de la elección, se daría entre las 2:00 y 5:00 horas del lunes. ¿Ya comenzamos con “chuecuras”?

salgares4@gmail.com

Prisma

Una vez designados o electos -que al fin y al cabo podría ser lo mismo- los candidatos a suceder al presidente Enrique Peña Nieto, a quienes conformarán las Cámaras de Diputados federal y locales, senadores de la República y gobernadores en algunas entidades del país, arranca formalmente la campaña electoral, que muchos anticipan será muy sucia.

Lamentablemente, opiniones en este sentido se escuchan con frecuencia dignas de mención, tanto en los mentideros políticos, charlas de café, como en medios vinculados con los propios partidos y contendientes. Razones hay muchas para ello, ya que históricamente tanto candidatos como partidos políticos, con tal de obtener el triunfo en las urnas, han recurrido a prácticas muy alejadas de la transparencia y de las acciones democráticas que debieran tener el elegir a nuestros gobernantes.

Se comenta por ejemplo, ante la posibilidad de que el invencible PRI, por las razones que todos conocemos, pierda la elección presidencial, éste hará lo imposible por ganar la elección, como quien dice “sea como sea”, poniendo en juego acciones poco limpias y claras, bien conocidas por todos.

Conocedores de las entrañas de nuestro sistema político, agregan un ingrediente muy importante: La escasa confianza en las autoridades electorales, que en esta ocasión han dispuesto una serie de limitantes a los candidatos que han sido calificadas de aberrantes porque no les permitirá dar a conocer plenamente “el cómo y cuándo” resolverán los grandes problemas que enfrentamos los mexicanos como la inseguridad, la violencia, la pobreza y ese cáncer ponzoñoso que es la corrupción.

Por lo pronto, el controvertido Lorenzo Córdova, presidente del Instituto Nacional Electoral, anunció que existe el riesgo de que se retrase la difusión de las tendencias en la elección presidencial debido a una sentencia del Tribunal Electoral que revocó reformas al Reglamento de Elecciones. La pregunta: ¿Por qué dicha disposición solo será aplicable a la elección presidencial?

Esta medida, que en opinión del funcionario podría causar especulación, incertidumbre, la autoproclamación de victorias e incluso la inestabilidad política y económica en el país, debido a que el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) tendrá un avance de solo un 12% a la medianoche del día de la jornada, en lugar de un 60 a 70%, como ha ocurrido en pasados eventos electorales.

Ello significa que la información que ha sido difundida a las 23:00 horas del día de la elección, se daría entre las 2:00 y 5:00 horas del lunes. ¿Ya comenzamos con “chuecuras”?

salgares4@gmail.com