Durante la práctica de bateo de Águilas de Mexicali, el receptor Xorge Carrillo hace contactos, para salir de la jaula y dirigirse a platicar con el coach de bateo Scott Coolbaugh, la escena se repite una y otra vez por casi 30 minutos.

La sesión completa la dedicó Carrillo a trabajar de manera especial con Coolbaugh, quien de ser coach de banca, pasó a tomar el puesto de coach de bateo, tras la destitución de Trent Hubbard.

El trabajo de Coolbaugh en las menores con los Dodgers de Los Ángeles es precisamente ese: Perfeccionar a los prospectos de la organización ya sea en su mecánica o enfoque para llevarlos a otro nivel.

“Hay unas cosas en mi swing que hemos identificado y en las que estamos trabajando”, dijo Xorge Carrillo, durante la última Serie en casa que sostuvo Águilas frente a Naranjeros de Hermosillo.

Hasta antes del inicio de la Serie contra Guasave, Carrillo había conectado siete hits en sus últimos diez juegos. Batea para .255 de promedio con tres producidas y 14 imparables.

“Hay que aprovechar el staff que tenemos, es uno de los mejores con los que yo he estado en mi carrera, Coolbaugh es uno de ellos, con gran experiencia y estoy tratando de alimentarme, de hacer los ajustes para también tratar de regresar y mejorar mis números”.

Sin embargo, el lento inicio ofensivo del equipo, reconoció, es de todos. Y es que Mexicali es el equipo que menos carreras producidas tiene y son el penúltimo en bateo colectivo.

“Estamos pasando por un momento malo, todos estamos batallando, usualmente es uno o dos, pero ahora somos prácticamente del uno al nueve; a excepción de Castro, el resto estamos en un ‘slump’, pero estamos tratando de ganar juegos y de producir carreras”.

Ante el trabajo ofensivo que realiza Carrillo en la temporada, empieza a mostrar mejorías en otros aspectos que se habían descuidado la campaña anterior. El receptor empieza a atrapar a más corredores que intentan robarle la base que en la edición pasada.

“El año pasado por alguna razón la mecánica no me estaba dando, ya sea por mí o porque los pitchers no me daban suficiente tiempo. Este año hemos trabajado mucho, hemos platicado con los pitcher, me han ayudado mucho”.

Con la ayuda de la estadística avanzada, se ha podido entender mejor para evitar que más corredores puedan intentar el robo.

“Es algo en lo que me concentré”, añadió, “se me hizo saber al final de la temporada pasada esos números que tuve y era un propósito mío mejorarlos, es algo que estoy obteniendo y que puedo mejorar todavía”.