El convertidor catalítico o también conocido popularmente como catalizador está presente en los autos desde mediados de los años 70, su uso fue implementado obligatoriamente en la fabricación de autos durante las últimas dos décadas para ajustarlos a las restricciones medioambientales.
Y es que este dispositivo, que se encuentra presente en los motores de combustión interna, controla la emisión de gases tóxicos para el entorno por el tubo de escape. Es por esta razón que su uso se ha generalizado y que no podremos ver un automóvil moderno sin un catalizador instalado en el tubo de escape.
El descubrimiento de este elemento del automóvil fue en 1950 por el ingeniero francés Eugene Houdry y se fue introduciendo poco a poco en la fabricación de carros, convirtiéndose en un elemento imprescindible hoy en nuestros días.
FUNCIÓN DEL CATALIZADOR
La principal función del catalizador es reducir las emisiones de gases de un vehículo, evitando que se expulsen al exterior gases nocivos por el tubo de escape.
Una labor que se realiza mediante el proceso de la catálisis o, lo que es lo mismo, convirtiendo los gases contaminantes (monóxido de carbono, óxido de nitrógeno, etc.) en otros menos nocivos como el agua o el dióxido de carbono. Se trata de un componente que necesita alcanzar altas temperaturas para llevar a cabo su funcionalidad. Es por ello que se sitúa en el tubo de escape.
ELEMENTOS DE UN CATALIZADOR
Los convertidores catalíticos están compuestos de diferentes elementos que le permiten cumplir con su fin de manera correcta. Este dispositivo, cuyo exterior está compuesto por una pantalla metálica y antitérmica, tiene en su interior una estructura cerámica, con forma de panal, que está recubierta de elementos como el paladio, el platino o el rodio.
Los tres metales son necesarios para las reacciones químicas que producen la transformación de gases. Los dos primeros, el paladio y el platino, llevan a cabo la oxidación, mientras que el rodio ayuda a reducir los gases nocivos.
DIFERENCIAS EN EL CATALIZADOR DE UN AUTOMÓVIL DIÉSEL Y GASOLINA
El catalizador es necesario tanto en motores gasolina como diésel, siendo este último el combustible más contaminante de los dos. Si tenemos un motor gasolina, nuestro convertidor catalítico será de triple vía, transformándose en él el hidrocarburo, el monóxido de carbono y el óxido nítrico en agua, dióxido de carbono, nitrógeno y oxígeno, respectivamente.
Por su parte, el catalizador de un carro diésel es de oxidación, es decir, utiliza el aire excedente para convertir el monóxido de carbono y el óxido nítrico en dióxido de carbono y agua.
¿PUEDE AFECTAR LA AUSENCIA DE CATALIZADOR?
Seguro que el tema de los robos de catalizadores te ha preocupado, por eso debes saber que, respecto al motor, su funcionamiento y su rendimiento, estos no se verán afectados por la ausencia del catalizador, pero se trata de una pieza que, al ser robada, los conductores han de reemplazar obligatoriamente para pasar la revisión en ciertas regiones del mundo. Uno de esos casos es en España, donde deben pasar una inspección llamada ITV, o el famoso Smog Check Program en el estado vecino de los Estados Unidos, California.
UN RECICLAJE COMPLICADO Y CONTROVERTIDO
Debido a su contenido de metales preciosos, el reciclaje de catalizadores se ha convertido en una parte esencial del proceso de reciclaje de un automóvil dentro y fuera de uso durante los últimos años. El número de vehículos sin este componente va en aumento.
Por ejemplo, el precio de un catalizador nuevo para un camión puede oscilar, con mano de obra, entre los 2000 y los 4500 dólares. Por ello, muchos afectados por la oleada de robos acuden a los desguaces o yonkes para conseguir un repuesto.
Por otro lado, una vez agotada la vida útil de la pieza, es tratada como una fuente potencial de metales nobles, sometiéndose a complejos procedimientos hidrometalúrgicos que utilizan agentes altamente agresivos y corrosivos, además de producir grandes cantidades de residuos sólidos y líquidos.
Aunque los catalizadores realizan una importante función en nuestros vehículos para reducir la contaminación, algunas veces hay conductores que los retiran personalmente de sus autos ya sea para vender las piezas de manera personal antes de ser víctimas de robo o para hacer que su vehículo cambie en su sentido acústico. Finalmente, la decisión será de cada conductor.
