México debe actuar con más inteligencia para obtener el mayor beneficio posible en el nuevo escenario geopolítico que se conforma a nivel mundial y de Norteamérica con Estados Unidos y Canadá.
El país tiene un alto, grandísimo potencial de generar y aprovechar las energías renovables para diversificar la matriz energética y aumentar la seguridad en esta materia del país, afirmó el doctor Rigoberto García, investigador de El Colegio de la Frontera Norte, sede Nogales.
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“En Sonora, tenemos gran potencial en el desierto que se comparte con Arizona con cerca de 8 kilowatts-hora (KWH) por metro cuadrado al día, para generar energía renovable, que es de los más grandes del mundo”.
Pero, además de estas grandes centrales eléctricas fotovoltaicas, se tendría que pensar en otro tipo de alternativas como la generación eléctrica distribuida. Es decir, atender las necesidades de la población y generar incluso electricidad de manera comunitaria.
Consideró el especialista que hay diferentes alternativas y no solo la visión de tener estas grandes centrales eléctricas.
En exclusiva, el académico de El ColeF, sede Nogales, habló a El Sol de México de otras ventajas que tiene el país en esta materia.
Refirió que en México, las emisiones energéticas per-cápita son de alrededor de tres toneladas al año. En los Estados Unidos como de 16 toneladas per-cápita anuales.
“Los que realmente impactan más al medio ambiente, son el mundo desarrollado”, afirmó.
El doctor García, expresó que “en el sector energético hay mucho que hacer. Estamos en proceso de renovación. Tenemos que acelerarlo y diversificar las fuentes de energía”.
Temas como la seguridad eléctrica y cómo ligarla con la transición, es un punto importante. En el caso del Sistema Eléctrico nacional dependemos excesivamente del gas natural. Cuando ocurre un corte en el suministro se puede colapsar todo el sistema, como ya ocurrió hace año y medio, advirtió.
¿La apertura al mercado de energía, el ultimátum del presidente Biden a México?
-Es parte. La energía es uno de los motores de la economía mundial. Y todo esto responde a la estrategia geopolítica de Estados Unidos, China, Rusia, etc. Creo que EU sobre todo en esta pugna que tiene con China. En el mundo se integran estos grandes bloques.
Y hoy, Estados Unidos busca integrar un bloque en América con Canadá y obviamente con México. Se quiere que México sea parte. Lo que le interesa tiene que ver con el tema energético.
México tiene un potencial muy importante de generación con energías renovables y creo que por ahí es donde va mucho este asunto.
¿Pero no forma parte del T-MEC el sector energético?
-No podemos olvidar que cuando se firma el T-MEC ya de alguna manera se consideraban estos puntos.
Y si bien el T-MEC, el nuevo tratado de libre comercio México-EU-Canadá, no incluye un capítulo específico sobre el tema energético, hay una serie de capítulos que tienen que ver con Reglas de Origen, Inversiones, Comercio Transfronterizo, Servicios, Política de Competencias. Son diferentes capítulos, el de Medio Ambiente, Competitividad y de buenas Prácticas Regulatorias.
Todos incluidos en el T-MEC y abordan de manera implícita el tema energético.
Por ahí, de alguna manera al firmar este nuevo Tratado estamos hasta cierto punto vinculados, no quiero decir atados, pero sí vinculados con EU y Canadá.
México debe actuar con más inteligencia
¿México debe actuar, ya?
-Sí. Y más que pensar como víctimas en este país, lo que deberíamos hacer es actuar con más inteligencia para obtener el mayor beneficio posible ante este nuevo escenario geopolítico que se forma a nivel global y a nivel Norteamérica como lo es el caso de México.
Es ahí justo donde EU tiene inversiones energéticas en México que obviamente, las va a defender. Y que de alguna manera considera que se han visto amenazadas por la política energética de esta administración, de este gobierno.
Es parte de una lucha, hasta cierto punto normal, que se da entre los países, pero un mensaje con mi reflexión es que México sí puede sacar un provecho interesante para lograr realmente un desarrollo social y económico que sea más equitativo.
Pero eso va a depender mucho de nosotros. No de EU ni de Canadá, sino de nosotros. Y ahí está donde debemos demostrar una inteligencia y capacidad para poderlo hacer.
¿Y tenemos, esa inteligencia?
-Creo que hay una polarización muy fuerte en México en cuanto a posturas ideológicas. Por un lado, están los que de manera crítica piensan que solo el Estado maneje todo el sistema energético nacional es la solución. Y por el otro, los que están solamente porque el libre mercado lo puede hacer.
El diálogo que se mostró en la última etapa del capitalismo, lo que se llama el período neoliberal, los países que supieron conjuntar tanto Estado como capital privado, son los que salieron beneficiados.
Ahí está la clave de que podamos lograr un encuentro, un vínculo entre un sector privado que invierta y participe activamente, pero también un Estado que imponga las normas, las reglas para que se opere legalmente.
Y sí logramos hacer eso en México, sí podríamos tener una muy buena oportunidad de alcanzar este tipo de desarrollo. Las posturas ideológicas extremas, no conducen e históricamente a nada.
Dentro de todo esto, el tema del medio y ambiente y del cambio climático están en la ecuación. Tenemos que tomarlo en cuenta.
¿Ya es una realidad el cambio climático?
-Exactamente. En México todavía nos queda mucho camino por ver cómo podemos lograr un desarrollo sustentable. Como mexicanos debemos pensar en cuál es el modelo de desarrollo que más nos conviene dentro de la limitante que implica negociar con el país más poderoso del mundo que son los EU.
Es en donde los actores políticos deben hilar fino para poder conseguir el mayor provecho y no caer en estas tesituras radicales.
Ahí está en esta dialéctica que hay entre los diferentes modelos de desarrollo, lo que tiene que ver la participación del sector privado como del Estado mexicano. Ahí es en donde se deben encontrar las soluciones.
¿Dejar de lado ideologías y adoptar políticas científicas, académicas?
-Pienso que más, incluso una política de sentido común. Porque en México el Estado y en cualquier estado en el mundo no puede solo. Ni China puede solo. Y ahí está un estado políticamente cerrado, en los últimos 25, 30 años se abrió al capital también. Ahí está qué podemos hacer en México.
Pero el Estado no debe desaparecer. Ahí debe de estar para procurar que esas inversiones se realicen en un marco legal, normativo, de estado de derecho que garanticen una correcta aplicación de estas inversiones.
Pero también que se garanticen buenas condiciones para los trabajadores. El Estado debe de participar, porque solamente con empleos bien pagados, con mayor seguridad los trabajadores, solo de esa manera podemos transitar a un desarrollo económico, social y sustentable, que sea más equitativo.
Estado más pragmático
¿O sea un Estado más pragmático?
-Creo que sí. Sin dejar de lado los valores. Cualquier postura política es una posición ideológica. Pero dentro de esta visión, creo que al final de cuentas lo que más importa o el resultado final debe ser que se logre un desarrollo social y económico más equitativo para la población mexicana.
Y ahí es donde debe tener una visión más pragmática el Estado sin renunciar a los valores, a las visiones políticas que pueda tener cualquier gobierno. Al final de cuentas, el objetivo de toda política debe ser el bienestar de la población.
¿En cuanto al cuidado del medio ambiente?
-Tenemos que protegerlo pero de acuerdo al principio de responsabilidades comunes, pero diferenciadas.
Los que realmente impactan más son el mundo más desarrollado. Pero esto no nos exime de nuestra responsabilidad. Y al final de cuentas un desarrollo sustentable, tenemos que buscar un desarrollo equitativo o más equilibrado entre lo económico, lo social y lo ambiental.
Ahí es donde podemos entrar en discusiones de cuál debe ser la mejor política energética, cuál debería ser la proporción de las energías renovables, etc.
¿Qué es la generación distribuida?
-Sí pensamos a nivel familias y lugares, la generación eléctrica distribuida es también un camino a tomar en cuenta.
Por generación distribuida me refiero a pequeña escala generar con paneles fotovoltaicos, con paneles solares la energía que necesitamos en nuestros hogares. Ya sea de manera individual o comunitaria.
Ahí tenemos grandísimo potencial no solo en Sonora sino en todo México para mejorar en ese sentido.
¿Esta generación sería a través de paneles solares?
-Sí, pueden ser paneles fotovoltaicos, celdas voltaicas o celdas solares. Son distintas estrategias que se deben analizar de manera conjunta para tener esta diversificación de generación de la que hablo y no circunscribirnos a un solo modelo de generación o un solo modelo de desarrollo en general.
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En el caso de la CFE creo que ya con todas las innovaciones tecnológicas que existen, tomará cada vez más relevancia la generación distribuida, porque nosotros podemos generar cada vez más nuestra energía.
¿Y las grandes centrales eléctricas?
-No van a desaparecer. Van a seguir operando, pero cada vez deberá haber más lugares que sean sus propios generadores y acabar la pobreza energética.