Concierto sinfónico de rock en español

La Orquesta Río Nuevo interpreta los clásicos

Joaquín A. Pineda | La Voz de la Frontera

  · domingo 22 de diciembre de 2019

La sala de conciertos AUKA de Ceart Mexicali gozó un lleno absoluto el 11 de diciembre. La expectativa era alta para la Orquesta Río Nuevo y su espectáculo de rock en español, aun así dejó al público entusiasmado y satisfecho con un set de diez canciones que duró poco más de una hora.

Los chicos entraron al escenario vestidos para la ocasión. Cambiaron la gala por chamarras de cuero y camisetas de bandas como Iron Maiden y Slayer, pero esta presentación casual no los privó de su concentración. Tocaron con dedicación y energía, logrando que muchos en el público cantaran al ritmo de sus piezas favoritas.



Este concierto fue además una colaboración entre generaciones, con egresados de la orquesta apoyando a sus colegas a través de las diez piezas que interpretaron esa noche; Eliel Caldera y Adelyn Ortega (integrante de la orquesta) prestaron sus voces, mientras los músicos invitados Manuel Martínez y Emiliano Lucero (Instituto Salvatierra) apoyaron en la guitarra y el piano, respectivamente.

El repertorio incluyó "Triste canción de amor" de El Tri, un estándar para la orquesta y otros clásicos del rock como "Devuélveme a mi chica" de Hombres G, "No dejes que..." de Caifanes, "Lobo hombre en París" de La Unión y "Lamento boliviano" de Enanitos Verdes. El “broche de oro” fue un medley de Soda Estéreo que incluyó fragmentos de "Persiana americana", "Trátame suavemente" y en tributo al número final de la agrupación argentina "De música ligera" con todo y "gracias totales" de los jóvenes músicos.



MEXICALI SE ACERCA A LA ORQUESTA

Ángel Ortega, quien dirigió el espectáculo junto a Marli Calderón, se expresó maravillado con el desempeño de los jóvenes. “Este tipo de música exige concentración,” dijo, “ya que las rítmicas del rock quiebran con las armonías tradicionales”. El que las piezas sean en su mayoría en compás 4/4 no reduce su complejidad.

En una entrevista posterior, la violinista Yara Galván agradeció la oportunidad de tocar un repertorio diferente, pues de todos los géneros musicales se aprende algo. Se vio en especial sorprendida por el interés que generó este concierto. Hubo dos funciones, una a las 17:00 horas para los padres y familia de los músicos y otra a las 19:30 horas para el público, llenando el AUKA su capacidad, incluyendo los palcos.



"Es un poco difícil porque no tengo mucha familiaridad con estas canciones," expresó Galván, quien indudablemente se esforzó junto a sus compañeros para evocar el sentimiento de estos clásicos del rock en nuestro idioma. A juzgar por la larga y estruendosa ovación al final, diremos que fue un éxito. Enhorabuena.