El programa de “si tomas, no manejes” se reactivó en Mexicali, después que fue suspendido por el paso de la pandemia del Covid-19, donde el conductor designado recibirá hasta 4 bebidas sin alcohol gratis.
Daniel Valenzuela Alcocer, secretario del ayuntamiento explicó que se le coloca una pulsera y es voluntario para sumarse al programa preventivo.
El fin de semana se reanudó en un total de 150 establecimientos entre bares, antros y cafés cantantes, de un padrón general de 400 negocios.
El objetivo es que todos los locales de venta de alcohol en envase abierto, se sumen, principalmente los que se mantienen abierto después de la media noche.
Entre bares y sumando a los restaurantes bar, suman cerca de 800 establecimientos.
Valenzuela Alcocer agregó que una multa por conducir en estado de ebriedad es de 10 mil 800 pesos, y en caso de una conducta reiterada, se amplía una prisión de 6 meses a tres años y una multa económica de 54 mil 285 pesos.
“Queremos la prevención y el cuidado, que sepan los jóvenes que pueden acudir de manera controlada con sus amigos y que si toman, no manejen”, comentó.
Entre los objetivos del programa se incluye disminuir el consumo de alcohol, los accidentes automovilísticos y las muertes por colisiones.
Venustiano Anzaldo, presidente del concejo de alcoholes municipal, señaló que los establecimientos que venden alcohol en envase abierto, es una obligación el aplicar programas preventivos.
El programa se dirige exclusivamente a grupos de jóvenes de entre 18 a 28 años de edad.
Al llegar el grupo a un bar, se invita a que uno se sume al programa, se anota el nombre, identificación y el número de celular para constatar las autoridades de la aplicación del programa.
Entre las bebidas que recibe gratuitas, está el agua, refresco o un clamato.
La persona de conductor designado es identificado porque se le entrega una pulsera, y se pide que al salir del bar o antro, no se la quite, porque en los puntos de auxilio vial son una muestra que son el conductor designado.
En un recorrido realizado por La Voz de la Frontera, se constató que la mayoría de los grupos de comensales, no aceptaban el programa pues todos y todas querían ingresar a beber alcohol.
Entre los pocos que aceptaron, se confirmó que pedían alguna limonada o un clamato.
