Agradecido con la tierra que lo adoptó

Muestra su amor a Mexicali… limpiando

Dulce María Díaz

  · miércoles 21 de marzo de 2018

Con su bote, recogedor y escoba, don Eduardo aporta un poco de limpieza a la ciudad todos los días./Foto: César Valdez

Mexicali, desde sus inicios, se ha caracterizado por recibir a aquellos pobladores que buscando una mejor calidad de vida arribaron a esta ciudad, que migraron y esta tierra los ha adoptado como sus hijos y en reciprocidad por las bondades recibidas, muchos de ellos dan un poco de su tiempo y esfuerzo.

Don Eduardo Ramírez Gómez, de 94 años y oriundo Tecolotlán, Jalisco, es uno de los personajes más reconocidos del fraccionamiento Las Fuentes, quien desde las 6:00 horas se alista para iniciar, como cada día desde hace 64 años, uno de los mejores hábitos que su padre desde la infancia le inculcó y hoy por hoy le ha ayudado a mantener en óptimas condiciones el lugar donde le tocó vivir: Barrer. “No hay cuidado con los fraccionamientos, la barredora viene esporádicamente y no me gusta ver el fraccionamiento, que no tiene lujos, pero por lo menos que se vea aseado; limpio y barro todo el frente y hasta la glorieta cuando hay papeles o cosas grandes”.

Acompañado de su bote, recogedor y escoba, don Eduardo camina a paso lento por la calle Río Sonora, entre las avenidas Luis de Velasco y Vasco de Quiroga, donde por medio de esta actividad busca que su ciudad adoptiva luzca bella, limpia, pues Mexicali no solo le dio abrigo, sino oportunidades de desarrollo tanto para él como para su compañera de vida, la señora Carmen Alfaro, quien fue una de las primeras locutoras de la ciudad en la XEHG con su programa “La Voz de la Mujer”, el cual duró 27 años al aire. “Ella aquí inició la locución, trabajó muchos años, tenía una voz muy bonita; daba recetas de cocina y belleza, trabajó de la mano con Augusto Hernández Bermúdez”.

Un privilegio contribuir a un Mexicali limpio Don Eduardo, por amor a su familia, integrada por su esposa y seis hijos, quienes ya tienen sus respectivos herederos, así como por amor y agradecimiento a esta ciudad, realiza esta actividad diaria con gusto y lo ve como un privilegio, ya que el contribuir con poco o mucho con el trabajo de sus manos a mantener Mexicali limpio, es una satisfacción que nada ni nadie le puede quitar.