Como un área rica y con oportunidades para la investigación es como ven estudiantes y docentes de universidades en distintos estados del país al Valle de Mexicali, debido a las particularidades que la zona ofrece en materia de agroindustria.
Esto fue lo que señalaron algunos de los visitantes que este semestre trabajarán en el Instituto de Ciencias Agrícolas de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), quienes decidieron venir a Mexicali para trabajar en el área de investigación.
Este fue el caso de los jóvenes José Luis Castillo y Yesica Minerva, estudiantes de Agronomía y Zootecnia en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, quienes hace poco más de una semana arribaron a tierras cachanillas para trabajar en la creación de su tesis, enfocada en ovinos.
“Uno de nuestros maestros aquí vino también a hacer su maestría, su doctorado, y eso nos impulsó a querer animarnos a venir aquí a aprender, a tomar también los recursos que la universidad nos ofrece”, indicó José Luis.
“La gama de recursos que tiene son muy amplios, el interés a la investigación es la principal razón por la cual venimos”, dijo Yesica Minerva.
Los jóvenes tienen planeado permanecer seis meses en Mexicali para trabajar en su tesis, y dijeron sentirse emocionados y bien recibidos por el trato amable de los cachanillas a su llegada.
En situación similar se encuentra Carlos Francisco Moreno Cruz, quien realiza una estancia post-doctoral en esta facultad, trabajando en distintos proyectos de investigación.
“El área del Valle de Mexicali es muy rica y vimos opciones también en el área de investigación de ciencia; la UABC ha invertido bastante en proyectos donde la biotecnología está inmersa y se le puede sacar mucho provecho”
Originario de Sonora, Carlos Francisco se graduó como Ingeniero en Biotecnología en el Instituto Tecnológico de Sonora y posteriormente obtuvo un doctorado en biotecnología en la Universidad Autónoma Metropolitana en la Ciudad de México.
Durante su estancia en Mexicali, el investigador se enfocará en varios proyectos, uno de ellos enfocado en el aprovechamiento de residuos agro-industriales, específicamente de la uva, para la extracción de compuestos antioxidantes polifenoles y su aplicación a textiles, con intención de añadirles distintas propiedades, como la protección a rayos UV y evitar el crecimiento de microorganismos.
También trabaja en un proyecto para el aprovechamiento de aguas residuales y en la creación de bio combustibles, utilizando las micro algas que generan en la región.
“El objetivo es reducir las emisiones de C02 a partir de combustibles fósiles, entonces tener esa alternativa vial”, dijo.