Bosque de la Ciudad, vital pulmón para Mexicali

Durante 55 años, este lugar recreativo se ha convertido en el espacio de esparcimiento de miles de familias.

Mariela Tapia

  · sábado 23 de marzo de 2019

Históricamente, era conocido como Centro Cívico Recreativo y Parque Recreativo Municipal, hasta llegar al nombre actual. Foto: Sergio Caro

A 55 años de su fundación, el Bosque y Zoológico de la Ciudad es considerado el espacio más grande de Mexicali, donde las familias mexicalenses pueden disfrutar un día en familia a un bajo costo.

Este lugar es resultado de una lucha constante en la que Gobiernos de diferentes Partidos y ciudadanos conjuntaron esfuerzos para convertirlo en lo que es hoy en día.

El coordinador del Archivo Histórico de Mexicali, Óscar Hernández Valenzuela, precisó que el 12 de julio de 1962 el presidente municipal de Mexicali de aquel entonces, Carlos Rubio Parra, envió una carta al director general del Programa Nacional Fronterizo, Antonio J. Bermúdez, a quien le informó la necesidad de contar con un lugar de esparcimiento para esta ciudad que estaba en pleno desarrollo.



EL PROYECTO


Después de contar con el apoyo del Gobierno del Estado, de la Iniciativa Privada y del mismo Programa Nacional Fronterizo, se logró expropiar varios terrenos de la colonia Nueva Esperanza y una parte del fraccionamiento San Marcos a beneficio de este proyecto, hasta verlo convertido en realidad el 17 de marzo de 1964 por Rubio Parra.



Cuando Rubio Parra laboraba para la Comisión Internacional de Límites y Aguas cayó en sus manos una revista que describía un centro recreativo en Buenos Aires, Argentina, llamado “Luna Park”, el cual contaba con una gran alberca, chapoteaderos, áreas de descanso, entre otros atractivos, lo que le inspiró a crear dicho espacio. “Pensar en algo así para Mexicali era fuera de toda realidad, pero hacía falta mejorar el ambiente, ayudar a la ecología y me puse a dar forma a esa idea... ”.



LO QUE VINO DESPUÉS


El primer esbozo del proyecto estuvo a cargo de Joaquín Ramírez, electo para el período 1959-1962, pero al enfermar, entró como presidente municipal suplente Federico Martínez Manatou, a quien no le interesó su idea.

Entre 1962 y 1965, el hombre hizo las gestiones pertinentes para contar con los terrenos ubicados alrededor del desagüe de Wisteria.

Tiempo después, el munícipe acompañado de empresarios- acudió a un vivero a Estados Unidos para adquirir árboles muy finos y con 7 mil 500 dólares iniciaron la plantación de entre 1 a 3 metros de altura en marzo de 1965.



Posteriormente, con la constitución del Patronato Pro-Bosque de la Ciudad en 1971, llegaron los primeros ejemplares y el lugar comenzó a cobrar vida a partir de 1964.