A pesar de que las autoridades sanitarias le ordenaron cerrar, la sucursal Coppel Juventud 2000, ubicada al sur de la ciudad, comenzó a abrir sus puertas y todas sus áreas para recibir al público a pesar de que cuatro de sus trabajadores están diagnosticados con Covid-19.
La tienda comenzó a operar con normalidad a partir del 8 de mayo y desde entonces sus pasillos han estado ocupados por decenas de clientes que acuden a hacer compras o hacer pagos en sus cajas.
LA VOZ DE LA FRONTERA confirmó con algunos de los trabajadores que sucursal ignoró la recomendación de las autoridades sanitarias además de impedir el resguardo o aislamiento de los trabajadores que tuvieron contacto con los ya confirmados con el virus.
“Fue personal de Isesalud y cerró la tienda, tuvieron que sacar a los clientes pero en cuanto se retiraron las personas de salud volvieron a abrir”.
Los trabajadores se encuentran preocupados y hacen un llamado a las autoridades sanitarias así como a las de la Secretaría del Trabajo para que vigilen el comportamiento de los encargados que ponen en riesgo no solo a los empleados sino a la gente que sigue acudiendo.