Darwin López Ulloa es un joven en la búsqueda de una mejor condición de vida, como lo son millones de migrantes que dejan su lugar de origen para probar suerte en otros países. Él ha sido uno de los refugiados del calor que descansan en el albergue temporal que habilita el DIF cuando las temperaturas son más extremas en esta ciudad, entre las 11:00 y 18:00 horas.
Amable y sencillo, en entrevista con LA VOZ DE LA FRONTERA, explicó que lo que lo motivó a dejar a su natal Honduras, es el problema de pandillerismo que se manifiesta en aquel país, por lo que decidió buscar el sueño americano. Su viaje inició al subir a un tren de carga, el cual lo trajo hasta México.
En dicha travesía, no ha tenido algún percance con los otros que tienen el mismo objetivo que él, probar una vida mejor en Estados Unidos. Allá, dijo que buscará pedir asilo político, dado que regresar a su país de origen sería solo para morir. “Si a mí me mandan para Honduras seré víctima de las pandillas”.
Entre sus planes se encuentran pedir asilo político en Estados Unidos, en donde espera conseguir un trabajo relacionado con el arreglo de automóviles y motocicletas que le permita enviarle dinero a su madre, que se quedó en Honduras. Reconoció que no cuenta con el dinero suficiente para pagar a un “coyote” que lo cruce al vecino país, por lo que no descarta acercarse a las autoridades norteamericanas de manera voluntaria para pedir asilo.
Con nostalgia, comentó el 21 de marzo de este año cumplió los 21 años cuando se encontraba en Tabasco, lo cual lo convierte oficialmente como un adulto ante los ojos del Gobierno norteamericano. “Gracias a Dios me ha ido bien en el camino, sin ningún problema”.