Cada mañana un representante del Consulado de México en Calexico se presenta en el Centro de Detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
Ahí encuentra en las celdas hasta un centenar de mexicanos -hombres, mujeres y niños- retenidos tras haber sido ubicados dentro del territorio estadounidense sin contar con documentación legal.
Para Tonatiuh Romero Reyes, cónsul de México en la vecina ciudad, la cantidad de connacionales que está llegando a este punto obliga a aumentar las visitas para verificar las condiciones en que se encuentran.
En lo que va de este año la Cancillería en Calexico ha contabilizado poco más de 13 mil mexicanos procesados por razones migratorias en el Valle Imperial; 8 mil ya han sido repatriados por la garita Mexicali-Calexico.
“Hay una temporada del año en que aumenta la gente que viene y en otra baja, en el verano hay más gente”.
El Consulado busca que en lugar de estar retenidos, los mexicanos sean repatriados en el menor tiempo posible ya sea el mismo día de su detención o en un lapso no mayor a 72 horas a excepción de quienes se encuentren enfermos, pues en ese caso su expulsión a México debe ser inmediata.
Entre los mexicanos que llegan al centro de detención en el Valle Imperial destacan los que provienen de Oaxaca, Guerrero, Puebla y Michoacán.
Los que no llegan
El aumento del flujo de migrantes mexicanos que buscan concretar el sueño americano durante la temporada de verano se refleja no solo en el número de detenciones y repatriaciones, sino también en las muertes.
En los primeros seis meses de este año, el Consulado de México en Calexico ha reconocido a doce connacionales fallecidos, once de ellos ahogados en las aguas del canal Todo Americano y uno en medio del desierto.
Para Romero Reyes lo más complejo es identificarlos, pues muchos viajan sin documentos, mientras otros se borran de los dedos las huellas digitales.
“Hay que hacer todo un trabajo de identificación con pruebas de ADN, toma tiempo y una vez que se establece la identificación se hace contacto con la delegación por ejemplo en Oaxaca y Michoacán para ubicar a la familia y que alguien venga”.
Sin vida, el retorno de un migrante centroamericano puede costar hasta 1 mil 500 dólares y en caso de que la familia no pueda pagarlo el Consulado cubre los gastos o al menos una parte.