La afectación por el recorte de agua del Río Colorado para riego agrícola en el ciclo 2022-2023 será mínima, ya que se cuentan con 700 millones de metros cúbicos (mm3) de agua de pozos, tanto particulares, como federales, señaló el encargado de la delegación de SADER en Baja California, Juan Manuel Martínez Núñez.
Debido a la sequía más larga en la cuenca del Río Colorado en los últimos 100 años, han bajado los niveles del Lago Mead, que contiene las aguas de la presa Hoover, en Estados Unidos, lo que ha provocado recortes en la dotación de agua que Estados Unidos entrega a México por esa afluente, de 99 mm3 de agua en este 2022 y de 128 mm3 para 2023, de los 1 mil 850 mm3 que se reciben al año.
Lo anterior ha provocado dudas e inquietudes a los agricultores, debido a que recibirán un menor volumen de agua para sus cultivos.
Al respecto, el jefe del Distrito de Riego 014, de la Comisión Nacional del Agua, Julio Navarro Urbina, ha señalado que la reducción corresponde al 7% de lo que se recibe anualmente en la afluente, por lo que se deberán tomar medidas mínimas para compensar el recorte y eficientar los riegos.
Es en estos días que deberá definirse la cédula de cultivo para el ciclo agrícola 2022-2023, en el que se asignará la superficie de cultivos a sembrar, que en el ciclo pasado fue de 157 mil 041 hectáreas.
El encargado de la delegación de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Agropecuario (SADER), dijo que en la formulación de la nueva cédula de cultivo para el ciclo agrícola 2022-2023, se nota un incremento en la superficie programada, que provienen de las peticiones de los módulos de riego.
En el Distrito de Riego 014, hay 23 módulos de riego, 20 de ellos en el Valle de Mexicali y 3 más en San Luis Río Colorado, Sonora; los dirigentes de cada uno de ellos deciden cómo administrar el agua que tienen asignada.
Sobre el recorte de agua anunciado para el 2023, Martínez Núñez comentó que no se trata de una disminución de volumen alarmante, ya que es un 7% del agua que entrega el vecino país, ya que hay otros 700 mm3 que se extraen del subsuelo en pozos federales y particulares.
Si a los 1 mil 850 mm3 de la cuota que Estados Unidos entrega a México por el Río Colorado, se le suman los 700 mm3 de los pozos federales y particulares, dan como resultado 2 mil 550 mm3, con lo que el recorte queda en menos del 4%.
En esos 700 mm3 se incluyen 500 mm3 de agua que se extraen de pozos federales, o sea, agua pública, que administra el Distrito de Riego 014, que a la vez coordina a los módulos de riego que corresponden a esos pozos federales.
Pero también están los pozos particulares, que tienen una concesión de una cantidad limitada de agua, expuso el funcionario federal.
Aunado a lo anterior, el Distrito de Riego 014, la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) y los módulos de riego, tienen una eficiencia definida entre el 80 y 85%, pero se han venido haciendo inversiones por lo que ha aumentado la eficiencia en un 4%, por lo que es agua que se recupera.
Por eso fue que el Comité Hidráulico tomó la decisión de no afectar los derechos de riego de los usuarios, expuso Martínez Núñez.
El encargado de la delegación de la SADER en Baja California comentó que el agua asignada alcanza para sembrar 207 mil hectáreas con derechos de riego en todo el Distrito de Riego 014; 27 mil de SLRC y 180 mil del Valle de Mexicali.
El funcionario federal explicó que varios de los derechos de riego de las 180 mil hectáreas del Valle de Mexicali han sido adquiridos por empresas no agrícolas, como son los organismos operadores de agua, como la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Mexicali (CESPM).
Conforme va creciendo la ciudad, se van absorbiendo parcelas que son entregadas con todo y permiso de riego.
También hay empresas que han adquirido permisos de riego, tanto industriales como ganaderas, además de grupos ambientalistas para mandar por el cauce del Río Colorado, para el restablecimiento del medio ambiente, expuso.
En total, el agua para el uso no agrícola es de aproximadamente 12 mil hectáreas, señaló el representante de la SADER, por lo que de las 180 mil hectáreas con permiso de riego en el Valle de Mexicali, solo quedarían 168 mil.
Sin embargo, los módulos de riego han programado sólo 158 mil hectáreas para siembra, apuntó.
Lo que pasa es que según los cultivos que programan, el agua a la que tienen derecho no les alcanza, ya que cada hectárea de las 180 mil que tienen derecho de riego, pueden acceder a una lámina de 1 metro de altura al año.
El trigo ocupa entre 90 y 95 centímetro de ese metro por hectárea al año, el cebollín requiere de 60, por lo que le alcanza muy bien el agua, mientras que en cultivos como la alfalfa, se requiere de una lámina de 1.80 metros, por lo que no alcanzan a regar con el agua disponible.
Es por ello que en los cultivos que requieren más del metro de agua como la alfalfa, espárrago, bermuda se utilizan los permisos de riego de las hectáreas que no se van a cultivar y así se compensa ese faltante de agua, por lo que en lugar de sembrar las 168 mil hectáreas, al final vienen quedando en 140 mil.
Explicó que en el primer ciclo, que es el otoño-invierno y que empieza en octubre y termina en marzo del 2023, se espera que se siembren 71 mil 800 hectáreas, entre ellas, alrededor de 44 mil de trigo.
Si a los cultivos del primer ciclo de siembra le suman los perennes, que son los que se siembran todo el año, quedan muy pocas hectáreas para el ciclo primavera-verano del 2023, que es donde están el algodón, sorgo forrajero y maíz, que demandan mucha agua.
Para el ciclo primavera-verano del 2023 se estiman 40 mil hectáreas, donde destaca el algodonero, con 18 mil hectáreas y 9 mil hectáreas de sorgo forrajero.
En el caso de los cultivos perennes, suman casi 47 mil hectáreas, donde destaca la alfalfa, que es el cultivo más demandante de agua; serán 38 mil hectáreas que demandarán un mínimo del correspondiente a 40 mil hectáreas de agua adicional a su permiso de riego, expuso Martínez Núñez.
