Después que se compartiera en redes sociales las imágenes de trabajadores del Centro Municipal de Control Animal (Cemca) arrojando cadáveres de perros en el relleno sanitario ubicado en el Ejido Hipólito Rentería, el coordinador del centro aclaró que se trata de una técnica legal para la disposición de restos de animales.
Sergio Javier Ortega Maytorena, coordinador del Cemca, explicó que se trata de la técnica de la inhumación, lo cual es la consolidación del concepto del servicio de desahucio humanitario que se ofrece a la ciudadanía y está estipulado en la ley de ingresos, en donde a la fecha tiene un costo de 122 pesos por animal.
Dijo que los animales arrojados se trata de trece animales que fueron entregados al Cemca para disponer de sus cadáveres, de los cuales algunos los entregaron sus dueños, mientras que otros fueron entregados por algunas clínicas veterinarias particulares que piden el servicio.
Esta práctica está avalada por la norma oficial mexicana NOM-042-SSA2-2017, la cual regula la Prevención y control de enfermedades y las especificaciones sanitarias para los centros de prevención y control de zoonosis (es decir, enfermedades transmisibles a los humanos) relativa a perros y gatos, en donde se permite disposición final de cadáveres mediante la inhumación, en la cual se deposita a los animales muertos enteros en la tierra para cubrirlos con ella.
Igualmente, se rigen bajo los criterios de la norma NOM-033-SAG/ZOO-2014, la cual habla de los métodos para dar muerte a los animales domésticos y silvestres.
Reconoció que el crematorio que tiene el Ayuntamiento no sirve desde hace cinco años y que su compostura requeriría una inversión de al menos cien mil pesos.
El funcionario dijo que los perros muertos que se observan en las imágenes no se trata de perros capturados y pese a que acaba de entrar en funciones apenas el pasado 1 de octubre, aseguró que desde octubre de 2020 en el Cemca no se han realizado capturas de perros, afirmando que desde esa fecha no se han concretado sacrificios.
“Estamos dando un servicio a la gente, a los domicilios, por que en lugar de que el lugar de que lo tiren a un basurero o lo tiren en un lote baldío o lo dejen en la calle, nosotros damos ese servicio que cuesta 122 pesos”.
El proceso que utilizan es ingresar a un congelador a los perros muertos que reciben, para de ahí llevarlos a la fosa común en el relleno sanitario.
“Estamos trabajando bajo norma, no estamos haciendo las cosas mal, estamos tratando de que esto no sea un foco de infección”.
Ante la postura de animalistas que consideran que la inhumación no es un método digno para disponer de los cadáveres, Ortega aseguró que de tener el crematorio funcionando, no tendrían que utilizar dicha práctica.
“Teniendo el crematorio, donde nosotros no tengamos que sacar los animalitos que ya llegan aquí ya muertos, queremos trabajar con ese crematorio y no vamos a tener que andar moviendo animalitos a ningún lado ni tenerlos que llevar a algo que ya es legal”.
El también médico veterinario comentó que propondrá solicitar realizar la recaudación de recursos a través de clínicas veterinarias particulares.
Mencionó que en un escenario en que unas 200 clínicas estén dispuestas a apoyar con 1 mil pesos, permitiría recaudar lo suficiente para un nuevo crematorio más pequeño que el que actualmente tienen, sin embargo esto apenas es una propuesta.
