Sin definir un recurso especial para poder cubrir la compra de productos de gestión menstrual es como deben aplicar las secretarías de Educación y Salud en Baja California la Ley de Menstruación Digna, la cual entró en vigor el 28 de enero de este año.
Aunque la legislación señala a estas dos dependencias como las encargadas del suministro de estos productos, además de implementar acciones y programas de educación menstrual, no contempla la creación de partidas presupuestales para este fin.
Adrián Medina Amarillas, secretario de Salud de Baja California, admitió que al menos durante este año no existe una partida definida para cumplir esta ley, que consideró muy justa, ya que se aprobó después de que fuera designado el presupuesto anual para 2023.
“Todo lo que compramos en la Secretaría tiene que haber una partida ex profeso para cada situación, no existe una partida para ello porque no existía esta ley; dentro de nuestro ámbito de posibilidades nosotros apoyaremos”.
El funcionario aseguró que buscarán que el próximo año se incluya una partida destinada a este programa, mientras tanto, se intentará en la medida de lo posible apoyar a la Secretaría de Educación para cumplir con estas responsabilidades.
Por su parte, el secretario de Educación del estado, Gerardo Solís Benavides, indicó que la dependencia a su cargo aún requiere evaluar las responsabilidades que les confiere la nueva ley.
“Seguramente vendrán escenarios de capacitación para las alumnas, pero en cuanto a la proveeduría de materiales y todo eso necesitamos evaluar cómo viene la ley desde este momento para ver si somos nosotros corresponsables en esta parte de proveer algún insumo”.
Solís Benavides reconoció que la dependencia cuenta con un presupuesto para compra de materiales en las escuelas, pero ha sido enfocado para productos como cubrebocas o gel.
Asimismo, resaltó que una vez se revise a detalle la responsabilidad de la dependencia a su cargo, se buscará tener el presupuesto o en su caso donativos de productos de higiene personal para poder cumplir con los lineamientos.
En el caso del Sistema Estatal Penitenciario de Baja California, su titular, María Elena Andrade Ramírez, confirmó que tampoco existe una partida presupuestaria específica para cumplir con la compra de insumos de higiene menstrual.
Sin embargo, en el caso de las mujeres y personas menstruantes privadas de su libertad sí se les otorgan estos productos, los cuales se compran con el gasto corriente o son donados por asociaciones civiles y religiosas.
“Sale del presupuesto de gobierno del estado, de la Comisión del Sistema Penitenciario, es del gasto corriente que siempre tenemos la obligación de atender, así como pago de alimentación, de atención médica, también las toallas sanitarias”.
DEL LIBRITO
La ley de Menstruación Digna, publicada el 27 de enero de 2023 en el Periódico Oficial del Estado y que entró en vigor al día siguiente, especifica que es responsabilidad de la Secretaría de Educación el otorgar de manera gratuita productos de gestión menstrual a estudiantes de educación básica de Baja California.
Asimismo, se señala como responsabilidad de la Secretaría de Salud el otorgar estos productos a niñas, jóvenes, mujeres y personas menstruantes, además de desarrollar campañas de promoción para la educación menstrual.
En el caso de las personas privadas de su libertad es responsabilidad del Sistema Estatal Penitenciario el otorgar los insumos y en el de las Instituciones de asistencia social privada a la Secretaría del Bienestar.
En todos los cambios aprobados con la ley se añade un artículo transitorio que especifica que el suministro gratuito de productos de gestión menstrual “se sujetará a la disponibilidad presupuestaria” de cada una de las dependencias involucradas, pero no se contempla la creación de una partida presupuestaria para comenzar su aplicación este año.
LOS COSTOS
En cadenas comerciales, paquetes de 8 o 10 toallas sanitarias se pueden encontrar a partir de 20 pesos en adelante, con variaciones dependiendo del comercio, marca y tipo de producto (regular, de flujo abundante, con alas o sin alas), mientras que los más grandes pueden llegar a superar los 80 pesos.
Los paquetes de tampones más pequeños se pueden encontrar con precios entre los 34 y los 45 pesos, dependiendo de la marca y la cantidad del empaque.
Otro tipo de productos, como la copa menstrual, pueden llegar a alcanzar costos de 460 o 500 pesos, ya que dependiendo del material y los cuidados que se le den puede durar entre tres y 10 años, mientras que existe ropa interior menstrual que oscila entre los 130 y 180 pesos.
De acuerdo a una investigación de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), publicada en la Revista del Consumidor en octubre de 2012, la cantidad de flujo menstrual varía de persona a persona, pero generalmente fluctúa entre los 10 y 80 mililitros.
Un estimado de la misma publicación señala que, en condiciones normales, una mujer utiliza un promedio de 30 toallas sanitarias al mes, equivalentes a 360 toallas al año durante casi 40 de vida fértil.
