Un grupo de siete soldados fueron arrastrados por las altas olas de Ensenada, dos cuerpos fueron encontrados, el resto sigue desaparecido, donde informaron familiares que la causa fue que ingresaron al agua para quitarse el lodo.
Los hechos sucedieron en playa Corona, donde estaban realizando entrenamiento parte del adiestramiento el pasado 20 de febrero.
Las primeras versiones que estuvieron circulando fueron que un alto mando les pidió ingresar al mar y regresar a tierra en 15 segundo, como parte de su entrenamiento militar, ignorando el alto oleaje que se presentaba.
Otra de las versiones que han mencionado familiares de los soldados es que se trató de una “novatada”.
Se informó que ingresaron y 11 necesitaron ser rescatados, de los cuales cuatro fueron salvados y siete fueron arrastrados por la marea; cabe señalar que los soldados siguen en su adiestramiento, debido a que ya están por finalizarlo y graduarse.
El primer cuerpo recuperado se dio el día 25 de febrero, un pescador lo encontró en la misma playa donde ingresaron.
El 27 de febrero una persona que se encontraba caminado a la orilla del mar localizó al segundo cadete, se encontraba entre las rocas que pertenecen a la playa privada nombrada Corona Beach.
En un recorrido por LA VOZ DE LA FRONTERA, se confirmó que mantiene soldados del Ejército Militar y Guardia Nacional, guardias fijas en la zona desde el día que ocurrieron los hechos.
En la playa Corona hasta llegar a la playa Hermosa, se encuentran los soldados cada cien metros aproximadamente.
Vía aérea, se encuentra el helicóptero de la Guardia Nacional sobrevolando la zona, además en el mar hay barcos de la Marina, Protección Civil y del Ejército Mexicano acompañados de 16 buzos.
Explicaron que la temperatura del agua es de frío extremo, por lo que durarían más tiempo en que un cuerpo comience a descomponerse para poder flotar y ser localizado.
Por las condiciones del clima, se les ha complicado poder localizar a los cinco soldados aún desaparecidos.
En el cuartel militar de El Ciprés se encuentran familiares de los desaparecidos, algunos provenientes de Sonora, Ciudad de México, Veracruz y Oaxaca, quienes decidieron no declarar.