Madres y familiares de desaparecidos, buscan a sus seres queridos con la esperanza de encontrarlos con vida, mostrando fotografías y pegando carteles en postes, paredes y hasta en el tren, de pronto encuentran a alguien que pareció ver a algunos de ellos, sin embargo, en concreto, no tienen resultados.
La mañana de este domingo se realizó la segunda jornada de la Brigada Internacional de Búsqueda, en la que las madres de los desaparecidos acudieron a dónde se encuentran las personas en situación de calle, para ver si alguno de ellos eran sus seres queridos, o si alguien los había visto.
De repente, alguna de estas personas que se encuentra en situación de calle, decía, si lo conozco, o estos son novios y se la pasan drogados en el centro de la ciudad.
El operativo que inició bajo el distribuidor vial no dio resultados, pero alguien dijo haber visto a uno de los desaparecidos que vivía en las antiguas instalaciones de Pemex, frente al lugar donde se encontraban.
De pronto, la pista dio esperanzas a Martina Ureña, de Culiacán, Sinaloa, no perdió tiempo y se dirigió al terreno en ruinas a buscar a su hijo Carlos Javier Torres Ureña, que el pasado 9 de enero cumplió 10 años de desaparecido.
La decidida madre de familia sorteo escombro ya el mal estado del terreno, pregunto a los habitantes de esta ciudad perdona, que moran en hoyos y en improvisadas viviendas hechas de escombro, tablas y basura, pero la búsqueda resultó ser infructuosa.
Después, la caravana con las madres de desaparecidos se dirigió a los terrenos del ferrocarril, donde una broma con una de las personas sin hogar resultó en una feliz coincidencia, cuando se le ofreció a José Rafael Amaro Camarena, que le llamara a sus familiares de la Ciudad de México, y que después de mucho pensarlo, dio con el número de su madre, quien contestó de inmediato, se comprometió a rehabilitarse.
La búsqueda siguió en las ruinas de un restaurante de comida rápida en la López Mateos, donde varios de los residentes, decían haber visto a alguien, o alguna pareja que se la pasaba drogándose en el centro.
Entre los brigadistas, destacaba la figura de Ugo, de blanca barba y penetrantes ojos azules, porta un tatuaje del comandante Marcos en su antebrazo izquierdo, proviene de la zona de Torino, al Norte de Italia, médico de profesión, se declara hincha de la Juventus, y desde hace muchos años se dedica a apoyar en este tipo de casos.
La búsqueda continuó hacia el centro histórico, alguien dijo que vio a una muchacha que se dedicaba al sexo servicio, por lo que Chelito Gutiérrez, proveniente del Estado de México, y compañera de trabajo de la desaparecida, de inmediato enfiló hacia los bares de la zona, los padres de ella no pudieron venir, los asaltaron en Tamaulipas, donde precisamente desapareció.
Todos la conocen como Sara dijo una mujer que acompañó a Chelito en la búsqueda en la Zona Centro, le dan una pista, y enfila hacia el antiguo Hotel Cecil.
Si, la han visto, hace mucho la vieron por ahí, hace como un año, pero no se ha parado por ahí, por lo que Chelito decide quedarse.