/ martes 21 de mayo de 2024

Cruzando Líneas | Un puente de voces e historias

Este año cumplo 20 de ser periodista con todas las de la ley. Me gradué un día de San Juan en el 2004, poco más de seis meses después de que terminé la carrera y unas cuantas materias de la maestría.

Foto: Imagen Ilustrativa | Freepik

Mi primer trabajo profesional con sueldo fue en la radiodifusora de mi pueblo, la XEDJ. El Chale Rochín, uno de los comunicadores más legendarios de la ciudad, me cedió el turno matutino y me entregaba el micrófono después del noticiero. Le aprendí tanto.

La mejor lección llegó poco después, cuando me seleccionaron para ser parte del equipo fundador de un diario ligero que se llama La i. No era ni el formato ni el producto, fue su gente. La publicación ya no es lo que era, pero en ese lugar escogí a la familia editorial que me acompaña todavía en mis sueños y desafíos, con quienes encuentro apoyos y consejos. Además, nos enseñaron a hacer un periodismo de a pie, sencillo, de escucha y de gente como tú y como yo. Ese fue el primer paso en ese camino que hoy me tiene rompiéndola en Estados Unidos.

En 2020 cuando llegó la pandemia me convertí en esa persona que regalaba pañuelos, en el sentido figurado. Fundé Conecta Arizona con la idea de combatir la desinformación que se propagaba en las redes sociales casi tan rápido con el virus que nos tenía en aislamiento. Han sido 4 años de desaprender las malas mañas de esta industria en la que el ego se nos cuela en todos los conscientes. Ha sido un proceso de reconstrucción.

Conecta Arizona nació con el propósito claro de tender puentes entre comunidades, de ser un faro de luz en un panorama mediático cada vez más oscuro. Desde entonces, hemos caminado junto a nuestra comunidad latina transfronteriza, compartiendo sus historias, elevando sus voces y defendiendo sus derechos, que también son nuestros.

Lo más maravilloso es andar este camino con una comunidad que se ve, habla, siente, va y viene como yo. Me enorgullece ver que en nuestros reportajes están reflejados los rostros de una “audiencia” que ha sido ignorada o dada por sentada por mucho tiempo.

Lo más hermoso de este viaje ha sido ver cómo nuestra comunidad se ve reflejada en nuestras páginas. Cada historia compartida, cada conversación iniciada, nos acerca un paso más hacia la construcción de un futuro más justo y equitativo para todos.

Hoy, mientras celebramos otro año de logros y crecimiento, quiero expresar mi más profundo agradecimiento a todos aquellos que han sido parte de este viaje. A nuestros lectores, cafeceros y miembros de la comunidad whatsappera, cuyo apoyo y participación nos inspiran cada día. A nuestros colaboradores, cuyo talento y dedicación dan vida a nuestras páginas, cafecitos y programas de radio. Y, por supuesto, a mi equipo, cuyo compromiso inquebrantable con la verdad, el periodismo, la humanidad, el sentido del humor y la justicia me llena de orgullo.

Este año cumplo 20 de ser periodista con todas las de la ley. Me gradué un día de San Juan en el 2004, poco más de seis meses después de que terminé la carrera y unas cuantas materias de la maestría.

Foto: Imagen Ilustrativa | Freepik

Mi primer trabajo profesional con sueldo fue en la radiodifusora de mi pueblo, la XEDJ. El Chale Rochín, uno de los comunicadores más legendarios de la ciudad, me cedió el turno matutino y me entregaba el micrófono después del noticiero. Le aprendí tanto.

La mejor lección llegó poco después, cuando me seleccionaron para ser parte del equipo fundador de un diario ligero que se llama La i. No era ni el formato ni el producto, fue su gente. La publicación ya no es lo que era, pero en ese lugar escogí a la familia editorial que me acompaña todavía en mis sueños y desafíos, con quienes encuentro apoyos y consejos. Además, nos enseñaron a hacer un periodismo de a pie, sencillo, de escucha y de gente como tú y como yo. Ese fue el primer paso en ese camino que hoy me tiene rompiéndola en Estados Unidos.

En 2020 cuando llegó la pandemia me convertí en esa persona que regalaba pañuelos, en el sentido figurado. Fundé Conecta Arizona con la idea de combatir la desinformación que se propagaba en las redes sociales casi tan rápido con el virus que nos tenía en aislamiento. Han sido 4 años de desaprender las malas mañas de esta industria en la que el ego se nos cuela en todos los conscientes. Ha sido un proceso de reconstrucción.

Conecta Arizona nació con el propósito claro de tender puentes entre comunidades, de ser un faro de luz en un panorama mediático cada vez más oscuro. Desde entonces, hemos caminado junto a nuestra comunidad latina transfronteriza, compartiendo sus historias, elevando sus voces y defendiendo sus derechos, que también son nuestros.

Lo más maravilloso es andar este camino con una comunidad que se ve, habla, siente, va y viene como yo. Me enorgullece ver que en nuestros reportajes están reflejados los rostros de una “audiencia” que ha sido ignorada o dada por sentada por mucho tiempo.

Lo más hermoso de este viaje ha sido ver cómo nuestra comunidad se ve reflejada en nuestras páginas. Cada historia compartida, cada conversación iniciada, nos acerca un paso más hacia la construcción de un futuro más justo y equitativo para todos.

Hoy, mientras celebramos otro año de logros y crecimiento, quiero expresar mi más profundo agradecimiento a todos aquellos que han sido parte de este viaje. A nuestros lectores, cafeceros y miembros de la comunidad whatsappera, cuyo apoyo y participación nos inspiran cada día. A nuestros colaboradores, cuyo talento y dedicación dan vida a nuestras páginas, cafecitos y programas de radio. Y, por supuesto, a mi equipo, cuyo compromiso inquebrantable con la verdad, el periodismo, la humanidad, el sentido del humor y la justicia me llena de orgullo.