/ martes 24 de abril de 2018

¿Hasta dónde puede llegar el peso antes del 1 de julio?

ESTRATEGIAS

Concluyó el primer debate entre los candidatos a la Presidencia de la República y salvo su mejor opinión, no hubo sorpresas.

La mayoría de los analistas vaticinábamos -y así sucedió- que los aspirantes dedicarían buena parte de sus intervenciones para arremeter contra quien ocupa hasta este momento el primer lugar en las encuestas de opinión, es decir, contra Andrés Manuel López Obrador. Y si bien esto puede significar que alguno obtenga puntos adicionales en la carrera por las preferencias de los votantes, la verdad esta forma de conducirse no ayuda a despejar las múltiples dudas que existen respecto a varias de las propuestas y cómo habrán de implementarse para beneficio del país.

Lo que sí es seguro es que la retórica de los candidatos sirve para arreciar la especulación en torno a los mercados bursátiles y de divisas. Asimismo, para dar rienda suelta a los comentarios negativos de quienes ven en el candidato de Morena una amenaza al estatus quo.

La mayoría de los analistas coincidimos en que ninguno de los aspirantes ha planteado adoptar una estrategia que ponga en riesgo el funcionamiento de la macroeconomía tanto en el corto como en largo plazo. Y si bien es cierto que éste ha sido uno de los argumentos de las campañas políticas, también lo es que existe consenso sobre la necesidad de introducir reformas que se traduzcan en poder superar el desempeño mediocre que ha tenido nuestra economía en las últimas décadas, llegue quien llegue. Y esto, hay que subrayarlo, es un factor real de incertidumbre que tendrá que enfrentar la próxima administración.

Bajo el contexto anterior, no es aventurado pensar que de aquí al primero de julio la cotización del peso presentará una elevada volatilidad y ello podría traducirse en alcanzar un nivel cercano o poco más de los 20 pesos por dólar. Así parece confirmarlo el hecho que en la sesión cambiaria de este lunes, en su cotización libre alcanzara $19.15 pesos por unidad, es decir, 35 centavos más respecto al cierre del pasado viernes.

Nuestra moneda, al ser una de las más intercambiadas en el mercado internacional, ha tenido muchos episodios de alta volatilidad. En diciembre del año pasado alcanzó casi 19.80 por unidad en su cotización para solventar obligaciones en moneda extranjera. Y no hay que olvidar que a inicios de 2017 tuvo un máximo de $21.90 por dólar.

Las razones detrás del comportamiento antes descrito obedecieron básicamente a las dudas que se tenían sobre las políticas de la Fed en torno a las tasas de interés, la retórica negativa del presidente Donald Trump hacia la continuación del TLCAN y la posibilidad de que la economía mexicana entrara en un proceso de desaceleración pronunciada ante un entorno internacional desfavorable.

Los factores antes descritos siguen vigentes, por lo que resulta irresponsable atribuir -como algunos lo han hecho- la depreciación que registra nuestra moneda exclusivamente al acontecer político nacional.

Mientras los candidatos se conduzcan con civilidad y sus seguidores se abstengan de cometer actos de violencia, nuestra moneda seguirá un proceso de reacción típica a los movimientos de quienes buscan aprovecharse de las noticias y no de los efectos mismos que ejerzan sobre la economía real.

erovirosa01@gmail.com


ESTRATEGIAS

Concluyó el primer debate entre los candidatos a la Presidencia de la República y salvo su mejor opinión, no hubo sorpresas.

La mayoría de los analistas vaticinábamos -y así sucedió- que los aspirantes dedicarían buena parte de sus intervenciones para arremeter contra quien ocupa hasta este momento el primer lugar en las encuestas de opinión, es decir, contra Andrés Manuel López Obrador. Y si bien esto puede significar que alguno obtenga puntos adicionales en la carrera por las preferencias de los votantes, la verdad esta forma de conducirse no ayuda a despejar las múltiples dudas que existen respecto a varias de las propuestas y cómo habrán de implementarse para beneficio del país.

Lo que sí es seguro es que la retórica de los candidatos sirve para arreciar la especulación en torno a los mercados bursátiles y de divisas. Asimismo, para dar rienda suelta a los comentarios negativos de quienes ven en el candidato de Morena una amenaza al estatus quo.

La mayoría de los analistas coincidimos en que ninguno de los aspirantes ha planteado adoptar una estrategia que ponga en riesgo el funcionamiento de la macroeconomía tanto en el corto como en largo plazo. Y si bien es cierto que éste ha sido uno de los argumentos de las campañas políticas, también lo es que existe consenso sobre la necesidad de introducir reformas que se traduzcan en poder superar el desempeño mediocre que ha tenido nuestra economía en las últimas décadas, llegue quien llegue. Y esto, hay que subrayarlo, es un factor real de incertidumbre que tendrá que enfrentar la próxima administración.

Bajo el contexto anterior, no es aventurado pensar que de aquí al primero de julio la cotización del peso presentará una elevada volatilidad y ello podría traducirse en alcanzar un nivel cercano o poco más de los 20 pesos por dólar. Así parece confirmarlo el hecho que en la sesión cambiaria de este lunes, en su cotización libre alcanzara $19.15 pesos por unidad, es decir, 35 centavos más respecto al cierre del pasado viernes.

Nuestra moneda, al ser una de las más intercambiadas en el mercado internacional, ha tenido muchos episodios de alta volatilidad. En diciembre del año pasado alcanzó casi 19.80 por unidad en su cotización para solventar obligaciones en moneda extranjera. Y no hay que olvidar que a inicios de 2017 tuvo un máximo de $21.90 por dólar.

Las razones detrás del comportamiento antes descrito obedecieron básicamente a las dudas que se tenían sobre las políticas de la Fed en torno a las tasas de interés, la retórica negativa del presidente Donald Trump hacia la continuación del TLCAN y la posibilidad de que la economía mexicana entrara en un proceso de desaceleración pronunciada ante un entorno internacional desfavorable.

Los factores antes descritos siguen vigentes, por lo que resulta irresponsable atribuir -como algunos lo han hecho- la depreciación que registra nuestra moneda exclusivamente al acontecer político nacional.

Mientras los candidatos se conduzcan con civilidad y sus seguidores se abstengan de cometer actos de violencia, nuestra moneda seguirá un proceso de reacción típica a los movimientos de quienes buscan aprovecharse de las noticias y no de los efectos mismos que ejerzan sobre la economía real.

erovirosa01@gmail.com