No más casinos en Baja California
Estamos totalmente de acuerdo con las declaraciones hechas por el secretario general de Gobierno, Francisco Rueda Gómez, en el sentido que “en Baja California no debe haber más casinos de apuestas”, luego de reconocer que han venido a generar daños a la salud pública de gran número de bajacalifornianos.
Existen tantos casinos en nuestra entidad que si nos comparamos con otras entidades del país, superamos la media nacional, lo cual lejos de traer algún beneficio genera problemas de varios tipos a quienes se vuelven adictos al juego, incluida la enfermedad conocida como ludopatía.
Recordamos que entre los argumentos de quienes promovieron la instalación de esta clase de negocios -por cierto muy rentables para unos cuantos, entre ellos destacados políticos, funcionarios públicos e inversionistas extranjeros, su funcionamiento promovería el turismo en la ciudad capital. En visita que hicimos a algunos pudimos observar la ausencia de turistas extranjeros, ya que la mayoría de la clientela era de origen mexicano, de manera particular personas de la tercera edad -jubilada y pensionada- que ingenuamente con la idea de “aumentar sus ingresos”, arriesgan el poco o mucho dinero que reciben por dichos conceptos.
Realmente si se quiere aumentar la atracción de turismo extranjero en Mexicali, la instalación de centros de apuestas no es el método más adecuado que digamos. Existen otra clase de promociones que bien conocen las autoridades, considerando que el turismo -por su propia naturaleza- no es la actividad económica fuerte de Mexicali.
Alguien comentaba al respecto: “Si cruzando la línea internacional, los residentes de California, Arizona, Las Vegas, San Francisco y otras ciudades estadounidenses cercanas a Mexicali, cuentan con casinos de juego con instalaciones de primer mundo, ¿qué necesidad tienen de viajar para venir a visitar nuestra capital a gastar sus dolaritos?”.
Sin embargo, la idea de ganar dinero fácil ha inducido a políticos priístas ambiciosos y con poder económico a instalar un casino hasta en el puerto de San Felipe, hoy prácticamente hundido en la miseria por disposiciones del Gobierno federal, con el pretexto de proteger a la vaquita marina que los propios pescadores -los verdaderos- aseguran que esta especie sencillamente “no existe”.
Rueda Gómez fue claro y explícito al declarar: “No quiero que haya una confusión y voy a dejar bien en claro: No estamos de acuerdo en que se instalen más casinos”, al reiterar que ya existe comunicación con la Secretaría de Salud para brindar atención al problema de salud pública, cuya magnitud todavía no se conoce.
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